6 de cada 10 pacientes de Urgencias no debieron ir al HUBU

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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El atasco en Primaria y el mal uso saturan Urgencias con consultas sin gravedad. El servicio del Hospital Universitario de Burgos atendió el año pasado a 133.204 personas. Son más que en el 2022, pero aún por debajo de cifras prepandemia

El servicio del HUBU cerró con más urgencias que en 2022, pero sigue por debajo de las cifras prepandemia. - Foto: Alberto Rodrigo

Los urgenciólogos del HUBU atendieron el año pasado a 133.204 personas, que son dos mil más de las que pasaron por el servicio en 2022. El aumento, del 1,5%, es insuficiente para igualar las cifras de presión previas a la pandemia y, sobre todo, el máximo histórico, que se alcanzó en 2019 con 138.015 pacientes atendidos. Pero los datos oficiales de la Consejería de Sanidad indican que el final de la pandemia por coronavirus no solo ha devuelto la tendencia alcista a este servicio del HUBU, sino la recuperación de viejas costumbres: tres de cada cuatro pacientes tratados tenían médico en centros de salud de la capital (el 74,3%) y en más de la mitad de los casos (64,7%) la patología se correspondía con los dos niveles de menor gravedad de los cinco posibles. Es decir, el problema por el que consultaron más de seis de cada diez personas admitía demoras de entre dos horas y tiempo ilimitado.

Hace lustros que los urgenciólogos del HUBU empezaron a advertir de que trataban un volumen excesivo de patología impropia para un servicio en el que la mayoría de las consultas deberían estar motivadas por cuestiones vitales. La situación ha ido agravándose con el paso de los años, y ni siquiera la caída de visitas registrada en lo peor de la pandemia permitió revertir una tendencia que cada vez equipara más las urgencias de un hospital a un centro de salud o a un Punto de Atención Continuada (PAC), dedicado a imprevistos propios de la asistencia ambulatoria.

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