El Ayuntamiento de Burgos está decidido a identificar a las personas que están detrás de la deposición de residuos fuera de los contenedores de la plaza Alonso Martínez. Una patrulla de la Policía Local dedicó una semana a vigilar con un vehículo rotulado dicho recipiente, pero de un día para otro desapareció. No fue porque desistieran de su propósito o porque hubieran logrado que los residuos desaparecieran. El cuerpo municipal ha cambiado de estrategia y ahora ha ordenado ser más sigilosos. Agentes de paisano no le quitan el ojo de encima. 

El coche permanente desapareció un día después de que este periódico publicase su, cuanto menos, peculiar función. Fuentes consultadas apuntan a que la estrategia viró, más que a la prevención o disuasión, a la investigación. Así pues, los mandos ordenaron que agentes de paisano estuviesen en la zona durante sus diferentes turnos para no perder de vista el contenedor. Especialmente el fin de semana, que es cuando los infractores pueden tener más tentación de incumplir con las ordenanzas.

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