Una denuncia ante el Tribunal de Cuentas por un presunto fraude contable al Ayuntamiento valorado en 30,25 euros por la compra de papeletas para las elecciones en la pedanía de Castañares tenía escasas o nulas opciones de prosperar. Así ha sido, el ente que fiscaliza el gasto de las Administraciones ha rechazado la acción pública que promovió el concejal Julio Rodríguez-Vigil en la primavera pasada, por las supuestas irregularidades cometidas en la adjudicación de un contrato menor para la confección de las papeletas de los comicios locales parciales del 17 de noviembre de 2019.
La delegada instructora, en atención a la documentación aportada, concluye que el encargo municipal «no ha supuesto daño alguno al Consistorio de Burgos». Y añade que los hechos valorados, de acuerdo con la opinión del Ministerio Fiscal, «no son susceptibles de generar un presunto alcance contable en los fondos públicos, ya que, conforme se ha puesto de manifiesto, no cabe interpretar un ilícito contable».
El exconcejal de Licencias y en la actualidad edil no adscrito, Julio Rodríguez-Vigil, acusaba al alcalde, Daniel de la Rosa, de haber vulnerado la Ley sobre Financiación de los Partidos Políticos con el pago con recursos municipales de 30,25 euros para la compra de 500 papeletas para las elecciones celebradas en noviembre de 2019 en la entidad menor de Castañares. En concreto, aludía en su denuncia a un incumplimiento del artículo 17 de la citada Ley, en el que se hace mención expresa a las «donaciones o aportaciones» que reciben los partidos políticos. En el Equipo de Gobierno se defendieron señalando que lo que habían hecho había sido pagar, como se ha venido haciendo en el pasado, unas papeletas de unas elecciones. Dicho de otra manera, no hay ningún enriquecimiento de ningún partido y menos de De la Rosa ya que el PSOE no concurrió a aquellas elecciones.
Hay que recordar que Castañares es la única pedanía que depende del municipio de Burgos (en alguna ocasión se ha hablado de la posibilidad de que se convierta en barrio pero no ha ido más allá) y en las elecciones municipales de mayo de 2019 nadie quiso presentarse. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año sí presentaron candidaturas tanto Vox como Cs y el Ayuntamiento encargó la compra de 500 papeletas electorales (250 de cada partido). No es novedad que el Ayuntamiento asuma un gasto de este tipo ya que, sin ir más lejos, de cara a las elecciones de 2019 (estaba entonces el PP al frente del Ejecutivo local) se realizó un pago de 9.177 euros por la compra de papeletas. El importe a desembolsar era mucho mayor ya que entonces había que abonar las del electorado de Burgos capital.