«Ningún proyecto sobrevive sino echa raíces económicas». La cita es del catedrático de Economía Adolfo Castilla, y eso es precisamente lo que acaba de hacer el Valle Digital, transformarse en una iniciativa empresarial para seguir avanzando hacia la realidad que persigue y con la que nació, que la Sierra de la Demanda sea el motor y el epicentro del desarrollo rural a través de iniciativas digitales. Para ello, José María González, ceo de Cibub y coordinador de El Valle Digital, ha presentado un proyecto, a desarrollar hasta 2024, con una inversión de 407.700 euros y que supondría la contratación de 100 personas.
Para lograr este objetivo han solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dentro de los fondos Next Generation, una ayuda que tendría un importe máximo de 200.000 euros, «que haría más asumible este proyecto», afirma González, que espera que en noviembre pueda estar resuelta la convocatoria. «Estamos esperanzados porque muchos proyectos de este calado no hay», señala el ceo de Cibuc, que recuerda que su empresa aportará 287.700 euros y Sodebur y Agalsa 60.000 cada uno.
Esta inversión no está prevista para la construcción de ningún edificio, sino que se destinará a la contratación de personas que den el impulso al proyecto, con la idea de que se quede y se desarrolle en la Demanda. «La previsión es incorporar 10 a lo largo de los cinco próximos meses, 30 durante 2023 y 60 a lo largo del 2024», comentó el promotor de esta iniciativa, que insistió en que seguirá manteniendo, como cuando surgió, ese carácter publico y privado, porque continúa contando con Agalsa como socio y ahora también Sodebur.
¿Y donde van a trabajar esas 100 personas? En los diferentes escenarios que se han diseñado para seguir desarrollando el proyecto: un Centro de Innovación Rural Digital y una Agencia Digital Integral Especializada en lo Rural (que son unidades de negocio que dan un rendimiento); y una Escuela de Negocios y Profesiones Digitales. Todo ello supone crear un Centro Tecnológico puntero instalado en la comarca. «Además, Cibuc es ya una realidad y trabajo que se genera desde su sede en Madrid se puede ejecutar en el Valle», recordó González, que respecto a los perfiles potenciales de ser contratados señaló que la mayoría son de ámbito tecnológico, como programadores, diseñadores web y marketing, expertos en ofimática u otros pegados al desarrollo de la cartera de proyectos territoriales y empresariales que se vayan captando. «El abanico está abierto, porque la clave es la actitud y las ganas de aprender de cada uno, para eso también está la Escuela», afirmó González.
Jóvenes y voluntarios. El siguiente paso, afirmó González, es «reclutar» en las localidades serranas a jóvenes que puedan desarrollar su labor profesional aquí. «Les explicaremos que los proyectos ya están trazados para convertirse en plataformas, pero que para poder hacerlo necesitan de profesionales. Les mostraremos esos proyectos para que nos sugieran cuál les motiva más para incorporarse laboralmente en ellos», matiza González.
Unos proyectos cuyo origen está en el voluntariado, personas involucradas con la comarca que desde que se lanzó la iniciativa de El Valle Digital, en diciembre del 2019, han propuesto y desarrollado iniciativas para implantar en la zona, basados en la promoción turística, la atención a personas mayores, la creación de espacios de trabajo conjunto, facilitar vivienda en el ámbito rural o fomentar la venta on line de productos locales, todo ello con el trasfondo digital. «El voluntariado es clave, pero un proyecto de esta naturaleza no puede vivir solo de ellos porque se quedaría a mitad de camino», expuso González, que dejó claro que van a seguir teniendo su espacio y su participación en el nuevo Valle Digital.