A Carlos Barbero le tocará ver los toros desde la barrera después de colgar la bicicleta en el mes de marzo. No pudo participar en las cuatro últimas ediciones de la Vuelta a Burgos por diferentes circunstancias, aunque será el primer año que observará la carrera de casa como exciclista profesional. En Clunia tocó el cielo en tres ocasiones y la prueba morada siempre estuvo entre sus prioridades cada temporada. Afronta con naturalidad una nueva etapa en su vida y tiene muy claro que «toca hacer otra cosa». Seguirá la carrera en estos cinco días y aplaude a la organización por haber diseñado recorridos para todo tipo de ciclistas.

¿Que ha significado la Vuelta a Burgos en su carrera profesional?

Ha sido mi carrera preferida sin duda. Es la competición que me ha visto crecer.Desde que pasé al Orbea Continental a ganar tres etapas. Siempre ha sido mi favorita. Por desgracia en las últimas temporadas no pude correrla por diferentes circunstancias, pero lo años que la disputé disfruté muchísimo.

¿Sus mejores recuerdos como ciclista están en la Vuelta a Burgos?

Hay muchos. Durante una carrera de once años hay muchos momentos buenos, pero sin duda unos de los más especiales y bonitos sí que son de la Vuelta a Burgos.

¿Ganar en casa y delante de los suyos hizo que esas tres victorias en Clunia fueran más emotivas?

Sí. Lograrlo delante de tu gente y ganar en la misma meta tres veces, que es algo complicado en ciclismo, da orgullo.

En 2017 venció por delante de Moscon y Alaphilippe, lo que le da aún más valor a aquel segundo triunfo en casa.

Al final la Vuelta a Burgos siempre tiene un gran nivel en todas sus ediciones. Siempre hay buenos ciclistas del panorama mundial y así fue ese año.

No corrió la cuatro últimas ediciones por diferentes circunstancias, pero esta de 2023 será la primera que vivirá después de colgar la bicicleta. ¿La verá de diferente manera?

Las carreras ahora se ven de forma diferente. Ya no es tu trabajo y no tienes que ver a tus rivales, lo que hace que todo sea distinto.

¿Está ya totalmente aclimatado a su nueva vida?

Sí, totalmente. Hace varios meses que tomé la decisión y ya estoy acostumbrado. La vida tiene etapas y ser ciclista profesional conlleva muchas cosas, unas buenas y otras malas, pero ha compensado pese a los sacrificios. Ahora comienzo una nueva etapa y es que cuando pasas a profesionales sabes que eso tiene fecha de caducidad. Toca hacer otra cosa.

Pero por piernas su fecha de caducidad quizás no es la que le ha tocado.

No hay que fijarse en la edad o en otras cosas. Cada uno tiene su camino y he visto gente con muchas más piernas retirarse antes y otros con menos estar ahí. 

¿Satisfecho de lo que ha conseguido y todo lo que le ha dado el ciclismo?

Lo que te deja es un estilo de vida. El sacrificio, la disciplina que te da, la forma de vivir… Tienes unos hábitos cogidos que los empleas en la vida cotidiana. Aprendes cosas que no se enseñan en el colegio y son cosas que te las van dando los años y el deporte.

¿Además de los triunfos, se queda con las vivencias y con todas las personas y lugares que le ha permitido conocer el ciclismo?

Evidentemente. He estado en muchísimos países, no sabría decir el número. Es una experiencia que no está al alcance de todos.

¿Ha cumplido con todos los sueños que tenía cuando era pequeño y comenzaba a competir con el Club Ciclista Burgalés?

Comencé con ocho años a andar en bici cuando casi no llegaba a los pedales y miras atrás y ves que has corrido un Mundial, un Tour… he estado en infinidad de carreras. Buscando los maillots que he vestido a lo largo de mi trayectoria encontré gorras y botellines de cuando era pequeño e iba a pedir autógrafos.

¿Ha pasado de pedir botellines a que se los pidan?

Así es. He cumplido todo el proceso en estos años. No es fácil llegar a ello, pero al final la ilusión de un niño, el trabajo, la constancia y la suerte me permitió llegar al otro lado.

¿Cuando pasen los años y vea su carrera con más perspectiva podrá valorar en su justa medida lo que ha conseguido?

También he sido consciente de todo ello durante, aunque estás tan metido en la burbuja que no te paras a pensarlo tanto. Sabes que eres un afortunado que has llegado a lo que quería, que lo has conseguido. Con el tiempo la gente se olvidará de las victorias o de lo que corrí, pero para mí siempre quedará esa satisfacción  de que conseguí lo que perseguía y eso es bonito.

No sé si la gente se olvidará, pero esas 17 victorias estarán ahí para siempre.

Evidentemente queda para toda la vida, pero quizás es más para satisfacción personal. Al final son números, datos que están bien para mirar atrás, pero nada más.

¿Estará pendiente de esta Vuelta a Burgos?

No tengo claro si veré en directo algunas etapas y me acercaré a ver a algunos amigos que aún conservo en el pelotón. Si no, la veré por la televisión, pero lo que es seguro es que la seguiré. Sigo viendo ciclismo, estoy al día y seguro que estaré pendiente de esta Vuelta a Burgos.

¿Pasa envidia viendo ciclismo?

No siento envidia. Estoy en otro proceso de mi vida y tienes que pasar página. Lo que sí me da es lástima cuando veo las caídas porque sé el proceso que lleva, el daño que se hace la gente. Sobre todo duelen cosas como la de Gino Mader, que fue compañero mío. Ves esas cosas y se te pone la carne de gallina.

¿Las caídas han sido lo más duro que ha vivido como ciclista?

No. Lo más duro fue cuando tenía contrato para el año siguiente y me quedé sin equipo. Ese ha sido el momento más duro de mi carrera, pero eso también te enseña cosas y te moldea como persona. Pasé una mala época y me prometí a mí mismo no volverlo a pasar. Ahí es cuando valoras otras cosas y ves que no solo es el ciclismo lo que existe. Fue un punto de inflexión bastante importante. 

¿Qué le parece el recorrido de la Vuelta a Burgos 2023?

La Vuelta a Burgos evoluciona cada año y este han metido una crono por equipos y para no hacer todos finales en alto también han pensado en los esprinters, algo que personalmente me parece muy bien. Han cambiado un final emblemático como el Castillo por una previsible llegada masiva y no les ha temblado el pulso. Me parece de admirar, porque últimamente las carreras tienden a lo contrario y acaban en rampas o meten repechos imposibles antes de meta en busca del espectáculo. Me parece un punto positivo para Burgos cambiar su recorrido pensando en todos los tipos de corredores que hay.