"Mi renovación está cerrada al 99 por ciento". De esta forma ha comenzado Julián Calero su rueda de prensa antes del dirigir el último entrenamiento de la semana del Burgos. El de Parla ha señalado que aún deben rubricar el acuerdo e incluso ha bromeado sobre un tema que parece ya más que cerrado: "Puede venir la semana que viene el Bayern de Munich y eso haga que le tenga que decir al Burgos que no, pero creo que no va a ser así", ha comentado entre risas.
El entrenador blanquinegro ha indicado que el aprecio y el cariño que le ha mostrado la gente de Burgos en el tiempo que lleva al frente del equipo "ha influido en un 80 por ciento por delante de otros condicionantes" para que haya aceptado continuar. "Ya hablaremos de como ha ido transcurriendo todo si finalmente se hace, porque quiero que la gente entienda que si estamos aquí es porque nos da la gana, porque nos apetece, porque queremos al Burgos, porque la gente de aquí se ha portado increíble y porque hasta me han hecho pregonero de las fiestas", ha respondido.
Para Calero es "un gran honor" haber sido elegido por los responsables municipales. Lo aceptó nada más que se lo propusieron y si lo hizo es porque tenía claro que iba a seguir. "Si acepto dar el pregón es porque voy a estar aquí, si no sería presentable por mi parte, no me parecía correcto", ha concluido.