No sé ustedes, pero yo ya estoy un poco harto de que siempre estén pasando cosas. No se puede estar tranquilo ni un minuto, siempre hay cosas y más cosas. Y parece que se olvidan las cosas antiguas porque hay cosas nuevas, pero al final también vuelven aquellas otras cosas.

Hay cosas políticas cada semana. Salta un escándalo que salpica a unos y parece que se va a caer el mundo, y a la semana siguiente pasan otras cosas similares a las anteriores, pero que salpican a los que no salpicaban antes, y toca enzarzarse entre ellos como niños pequeños con sus grandilocuentes frases que, una vez traducidas, se quedan en simples y vacíos «No he sido yo, has sido tú» o «Y tú más».

Hay cosas en deportes. Cosas sobre árbitros comprados, cosas sobre un señor calvo que se parece, a la vez, a Mortadelo y a Filemón (este chiste no es mío, lo vi en redes sociales) que ha utilizado su puesto de gerifalte futbolero para, a lo mejor y presuntamente, hacer cosas malas junto a otro exjugador de fútbol que estuvo casado con una cantante que le cantaba cosas en sus canciones, primero buenas y luego malas, para llenar sus cuentas corrientes con dinerito venido del medio Oriente. O el lejano. O ambos, no sé.

Hay cosas con la tele porque una cadena, que pagamos usted y yo, a la que no le va muy bien de audiencias, intenta fichar a trabajadores de otra para intentar que le vaya mejor o que, por lo menos, le vaya peor a un señor que hace cosas con bastante éxito desde hace años con unas hormigas de trapo. Y esas cosas hacen que diferentes personas se enfaden mucho porque, bueno, cosas.

También hay cosas de Hacienda. Porque como ellos somos todos, cada año hay que explicarles nuestras cosas, bien para que te devuelvan algo, ojalá, o para que te pidan que les des tú a ellos lo que les debes. Y así, hay quien hace cosas para no pagar más, o pagar menos. Y curiosamente, los que tienen más siempre encuentran cosas que hacer para pagar menos. Y a veces esas cosas están bien hechas, pero otras no tanto y bueno, pues que al final pasan cosas, pero tampoco pondría la mano en el fuego por ello.

Total, que al final siempre pasan cosas porque, si no pasan, parece que no pasa nada y nos aburrimos, qué cosas.
@VladimirConV