Una foto de los polígonos de Merindades de hace una década comparada con una actual daría para ver muy pocos cambios y si nos remontamos a un lustro, prácticamente ninguno. La rebaja constante del precio del suelo industrial no ha logrado despertar el interés de las empresas para instalarse en la comarca, salvo contadas excepciones. Pese a ello, el Ayuntamiento de Villarcayo lo va a intentar este año con la subasta de doce parcelas que suman 21.793 metros cuadrados y que sacará por primera vez a la venta por precios que podrían estar alrededor de los 15 euros por m2.
El Consistorio se hizo con ese suelo, antes propiedad de la junta de compensación de propietarios de la cuarta fase del polígono, a cambio de rematar su urbanización, unas obras valoradas en su día en 300.000 euros. Es por ello que el alcalde, Adrián Serna, avanza que la idea del grupo de gobierno es obtener solo esos 300.000 euros por los casi 22.000 metros disponibles y abaratarlo así al máximo.
Admite que ha habido solicitudes de información, pero ninguna acaba en una compra. El regidor apunta a las comunicaciones como «la principal desventaja» del polígono, pero a cambio confía en el atractivo de la comunidad energética en proyecto y la potencia eléctrica de 12,5 megavoltioamperios de la Subestación Transformadora de Reparto en la que Iberdrola invirtió 2,4 millones.
Mientras, en la cuarta fase quedan alrededor de otros 100.000 m2 en manos de particulares que no han establecido ningún sistema de venta de suelo ni le dan publicidad alguna en portales inmobiliarios o por otros medios, pero en su día anunciaron precios de entre 30 y 40 euros el m2.
A pocos kilómetros, en Medina de Pomar, en el polígono industrial de Navas los particulares que compraron su suelo recién urbanizado hace casi dos décadas y no llevaron a cabo su proyecto empresarial comienzan a bajar su precio. Así, la inmobiliaria Garay vende por 38 euros el m2 doce parcelas que suman casi 8.500 metros. Pese a la bajada que desde la inmobiliaria califican como «una gran oportunidad», admiten que la demanda es prácticamente nula.
También lo afirma el alcalde medinés, Isaac Angulo, puesto que el Ayuntamiento dispone aún de 8.201 metros en tres parcelas y desde 2015 solo ha vendido dos muy pequeñas en la última fase del polígono. Con un precio de 49,9 euros el m2, por encima del que ofrecen los particulares, Angulo advierte que «no podemos bajarlo más, porque tenemos que ingresar lo gastado en la urbanización en su día». En 2005 el Consistorio vendió las parcelas, muchas aún vacías, a 40 y 50 euros el m2, lo que da idea de la depreciación que ha sufrido el suelo industrial en Medina.
De saldo. Pero las mayores rebajas son las que lanzó la Junta de Castilla y León en 2016 para tratar de vender suelo en el polígono de Espinosa de los Monteros. Con el argumento del duro golpe que supuso la crisis del ladrillo, la competencia de la Sareb y la entonces dificultad de las empresas para lograr financiación redujo el precio de sus parcelas a cantidades de saldo de hasta 16,5 euros el m2. La parcela más cara alcanza los 20,14 euros por m2 frente a los 74 euros de media por los que salieron a la venta en 2012, pero ni con esas. De las 61 disponibles solo se han vendido 13 y el resto sigue en espera de interesados. Mayoritariamente han sido empresarios locales los que se han trasladado al polígono por el que tanto luchó en su día el Ayuntamiento espinosiego y que le supuso a la Administración regional una inversión de 6,5 millones.
En el Valle de Tobalina, el parque empresarial bajó hace más de una década su precio a 20 euros por m2 frente los 28 a los que se vendió inicialmente. Tampoco ha dado resultado, porque el Ayuntamiento sigue disponiendo de 8 parcelas y las 10 que en su día adquirió la empresa Accuore y cuyo proyecto no se desarrolló están en manos de Hacienda, que también las vende. Este trimestre, el Consistorio pondrá en alquiler dos pabellones más de 250 m2 a 250 euros mensuales.