La purpurina engaña. Si no, no se explica tanto indie coreando el 'no, no, no nos vamos a dejar' de El Drogas, "oveja negra siempre", que ha hecho una concesión al público del Sonorama Ribera con una camisa en la que en vez de palmeras o frutas tropicales bailaban las calaveras. Corbata, chaleco de cuadros verde, pantalón también verde, su típico pañuelo en la cabeza anudado en la nuca y una chaqueta que le ha durado puesta poco tiempo completaban el atuendo.
'Un, dos, tres ¡Fuego! Esto es un asunto serio', ha avisado Enrique Villarreal a la chavalería, porque la edad media frente al escenario Ribera del Duero se intuye bastante inferior a la de conciertos de otras giras. Un público este que ha aprendido a corear las letras de Barricada en las verbenas -esas que otras generaciones denostaban y los que ahora frisan o pasan los 30 volvieron a poner de moda- y que la goza con la celebración del 40 aniversario de la banda. Porque para muchos el Sonorama no deja de ser una verbena en un pueblo, eso sí, la mejor verbena en el mejor pueblo.
En plena forma, no ha parado de cantar y moverse de un extremo a otro del escenario, de tal modo que no ha saludado al público hasta pasados 20 minutos de concierto. ¡Buenas noches. Ah, no, que son las gafas. Buenas tardes! Y vuelta a lo serio, que "aparte de decir tonterías, no hay mucho tiempo", ha reconocido.
El Drogas ha aguantado poco con la americana puesta porque no ha parado ni un segundo. - Foto: ValdivielsoLas pantallas gigantes del recinto han enfocado al cantante de Zirrosis dándolo todo en primera fila, mientras ha ido sumándose público al concierto, en el que ha omitido las referencias a la política y la crítica social, más allá de la gran carga de profundidad que llevan explícita todas sus letras y las del mítico grupo.
"Esta para quien siempre la ha cantado", ha apuntado El Drogas y casi sin tiempo de rematar la frase ya estaba su público lanzado a corear la letra de No hay tregua. 'Si estás asustado...' ha marcado el inicio de 10 minutos de delirio que, como no, ha cerrado una intensa -como toda la actuación- y memorable En blanco y negro que quién sabe cuando se repetirá en un escenario como este. Eso sí, El Drogas ha deseado "salud" antes de presentar a su banda y despedirse, por lo que no parece tener intención de dejar esto de la música.
En El Picón prosigue la noche con Xoel López y Elefantes, que ha invitado a varios amigos, entre ellos Rozalén y Alberto Jiménez, voz de Miss Caffeina. Después, Lori Meyers ha conseguido que brille el sol en plena noche arandina. Y no será el único milagro que se produzca en este Sonorama. Atentos. "Todo esto es culpa de la gente" (cantado con acento granadino y sin camiseta, como ha acabado su concierto Noni, totalmente rendido al Sonorama Ribera).