Durante los seguimientos, la Guardia Civil vio que A.C.R. tenía las dos manos cubiertas con una venda. Tras consultar con el Hospital Universitario, comprobaron que había sido atendido en urgencias tras haberle estallado algún tipo de artefacto en las manos. Esta fue una de las cuestiones que encendió, aún más, la alarma de los investigadores, pues el riesgo de que un nuevo accidente afectase al edificio donde almacenaba los explosivos era cada vez más real.
El detenido, además de ser una persona obsesionada con los explosivos, tenía antecedentes penales por violencia doméstica y ya había estado previamente en prisión. La Benemérita confirmó, tal y como adelantó DB, que estuvo involucrado en los disturbios de Gamonal, así como vinculado a la extrema izquierda. De hecho, descubrieron que era autor de una treintena de grafitis pintados en la ciudad con el símbolo de una granada y también con las consignas 'ACAB' y '1312', ambas ligadas a colectivos radicales contra las fuerzas policiales. El capitán de la Unidad de Información señaló que dado su perfil podía haber sido captado por bandas criminales.
En cuanto al alijo de droga hallado en su domicilio, los investigadores creen que prestaba sus inmuebles como 'guardería'. Es decir, como lugar para almacenar la droga antes de repartirla a diversos lugares.