La Parrala, 20 años en la cuerda floja de la farándula

I.L.H.
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70 compañías han formado parte del Centro de Creación Escénica en estas dos décadas. Talento y profesionalidad siguen vivos aunque sin relevo generacional y soportando la fragilidad del sector

Con el exterior del edificio ya rehabilitado, integrantes de una decena de compañías posan para conmemorar estas 2 décadas de La Parrala. - Foto: Jesús J. Matías

A quienes se dedican a las artes escénicas en una ciudad como Burgos se les exige demasiadas veces ser acróbatas y malabaristas -aunque no se dediquen al circo- para aguantar sin desistir en la cuerda floja. Su profesión, a menudo mal remunerada, debe soportar los vaivenes de las políticas culturales, los retrasos en los pagos de las administraciones públicas, una competencia cada vez mayor y una inestabilidad intrínseca a un sector que depende de programadores, contrataciones discontinuas y fechas y horarios vinculados al ocio.

Desde hace dos décadas, el Centro de Creación Escénica de La Parrala engloba a la mayor parte de las compañías de la ciudad. En el edificio del antiguo colegio de Parralillos, en ese mismo barrio, tienen su sede en estos momentos una treintena de agrupaciones (70 lo han hecho a lo largo de su historia) tanto aficionadas como profesionales de teatro, danza y circo. Eso supone que alrededor de 200 personas trabajan de forma continua o interrumpida en las diferentes áreas de las artes escénicas: actores, bailarines, acróbatas, payasos, directores, figurinistas, músicos, maquilladores, escenógrafos, iluminadores, técnicos, distribuidores, productores... creando, generando y exportando talento allí donde se les contrata.

(El reportaje completo y varias fotografías, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)