Floriano se emociona cuando recuerda que su nieto Darel se ha quedado sin su batería. Para un niño, el recuerdo de esa pérdida le acompañará siempre, mientras al resto de la familia la memoria les llevará a ver su casa y su negocio ardiendo. Hace dos semanas que este empresario industrial lermeño perdió su vivienda, su oficina y su taller, todo ubicado en el mismo edificio del polígono industrial Vega de Santa Cecilia a consecuencias de un incendio que se prolongó un par de días al reavivarse el fuego por el fuerte viento que esos días azotaba en la zona.
El esfuerzo de más de una veintena de bomberos logró salvar una casa de madera colindante, la que tienen de muestra para enseñar a los clientes, ya que Floriano García se dedica a la bioconstrucción. En los apenas 24 metros cuadrados que tiene es donde ahora viven él y su mujer, mientras la familia de su hija, que también residía en el inmueble, ha alquilado un piso, aunque hasta ahora han estado en casa de otros familiares.
Todo esto lo cuenta Floriano mientras recuerda que estos días están desbordados de trabajo porque toca recoger, ver qué material e instrumentos de trabajo se han salvado y cuáles hay que reponer para reanudar la actividad. Pero también recalca que están «enormemente agradecidos» a sus vecinos lermeños «por su solidaridad». Y es que la villa, e incluso la comarca, se ha volcado en ayudarles, los primeros días con la recogida de ropas, calzado, enseres o libros en el colegio Pons Sorolla, donde estudia Darel, y ahora con la organización de otros dos eventos para recaudar fondos, entre otros objetivos para volver a comprarle al niño otra batería.
Ha sido la comunidad educativa del colegio quien tomó desde el primer momento la iniciativa solidaria. Y la respuesta de los lermeños y vecinos del entorno en general ha sido tal que «ahora nos sobra mucha ropa y calzado», reconoce el propio Floriano, que añade que lo que harán es llevar a Cáritas lo que ellos ya no necesitan. «Tenemos que devolver esa generosidad que nosotros hemos recibido», añade el empresario, que confirma que reconstruirán la casa en la que residían en el polígono, de cuyo mantenimiento se encarga su empresa.
Desde el propio Pons Sorolla, la dirección del colegio explica que ha cerrado esa primera campaña de ropa y enseres, pero al mismo tiempo se han iniciado otras acciones como es la organización de un concierto y una carrera solidaria. Además, han abierto un número de cuenta bancaria (ES50 0049 6399 9429 1002 5295) y un crowdfunding para hacer donativos (a través de este enlace), al mismo tiempo que se puede donar también a través de varios comercios, donde se han instalado hucha; estos son Casa Marcianos, en Covarrubias; el bar Capri y la panadería Labrador en la misma villa ducal y en la charcutería Isabel en el Mercado Norte de la capital burgalesa, así como en el club Judo Suzaku, en la calle Teresa Jornet 10, también en Burgos capital.
Por lo que respecta al concierto benéfico, está previsto el próximo sábado día 16 en el pub Audiencia de Lerma (frente al Ayuntamiento), y contará con la presencia del grupo Lobocordero y algunos artistas invitados que aún no se han dado a conocer. Será a las 19:30 horas.
La carrera será el viernes día 22, coincidiendo con el último día de clase antes de las vacaciones de Semana Santa. Es una actividad que se realiza desde hace siete años con fines benéficos y que en esta ocasión, la comunidad educativa ha decidido que la recaudación por los dorsales -cada participante aportará lo que desee- se donará a la familia García. Será a las 11 de la mañana en un circuito en el propio colegio y además de los alumnos de este se pueden inscribir (en el centro escolar) todos los que deseen aportar su granito de arena. También se ha invitado a los alumnos del Instituto Valle del Arlanza.