Los hosteleros de Burgos -empresarios y trabajadores- han tomado esta mañana la calle Vitoria para marchar hacia la delegación de la Junta de Castilla y León con el fin de poner de manifiesto su indignación por "la injusticia" de la clausura del sector, a la que la Administración sigue tratando como "culpable" de la pandemia, cuando solo se trata de "una víctima". Al frente de la protesta se ha podido ver al presidente de la Federación Provincial de Hostelería, Fernando de la Varga, a quien los médicos han dado un permiso de una hora para participar en la movilización. Pocos mensajes le quedan ya por mandar al Gobierno regional, al que insiste en exigir ayudas directas y la apertura ya del interior de los establecimientos, tras saberse ayer que las terrazas podrán funcionar desde este fin de semana. "Solo las terrazas no son la solución para negocios que acumulan pérdidas desde marzo", afirmó.
En las primeras filas de la manifestación se hallaba también el presidente de la organización provincial, Luis Mata, "decepcionado" por la decisión de la Junta de impedir la actividad en el interior de los locales, "cuando no hay ningún indicio de que el virus se expanda en los establecimientos hosteleros". Se pudo ver también a Antonio Arrabal, dueño de La Jamada, o a Ricardo Temiño, de La Fábrica. Centenares de hosteleros, a quienes se les sumaron -como en otras convocatorias- distribuidores de bebidas, que hicieron mucho ruido con sus camiones, los sumilleres y algunos empresarios del sector de los gimnasios, que pidieron la dimisión del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco; del vicepresidente, Francisco Igea, y de la consejera de Sanidad, Verónica Sanidad. Los trabajadores que marcharon por las calles de Burgos mostraron su preocupación por la tardanza en el cobro de los ERTEs y por el hecho de estar cobrando "durante muchos meses el 75% del salario, lo que hace milagroso llegar a fin de mes". Los empresarios, por su parte, confesaban haber tenido la tentación de cerrar definitivamente el negocio en estos meses para "dedicarse a otra cosa".
Desde la Federación Provincial de Hosteleros, que respalda la manifestación de este miércoles, aseguran que ningún mandatario de la Junta se puso en contacto con los hosteleros burgaleses para informarles de su decisión de proponer la apertura de las terrazas desde el viernes, lo que «confirma» que el Gobierno regional «va por libre» y las mesas de diálogo con el sector «jamás han existido».
Los empresarios de la capital están tan cansados que piensan que existe «una animadversión» hacia la hostelería burgalesa que se traduce en «un maltrato continuo» a los negocios, señala Fernando de la Varga, presidente de la Federación, que hoy secunda y participa en la manifestación que ha comenzado en la iglesia de La Real y Antigua de Gamonal.
De la Varga no entiende que no se permita ya la actividad en el interior de los establecimientos cuando la Junta sí que abrirá cines y dotaciones culturales en la ciudad. «Seguimos diciendo, porque los estudios lo avalan, que el virus no se propaga más en los locales hosteleros; nos estamos cansando del trato injusto y discriminatorio», afirma.
Sobre la apertura de las terrazas este viernes, cada empresario «es libre, pero hay que hacer bien las cuentas para ver si compensa sacar a trabajadores de los ERTE sin perder dinero, porque Burgos capital no tiene muchas terrazas adaptadas al frío del invierno», advierte De la Varga.