Resistir, sobrevivir y mantener población son los ejes fundamentales sobre los que se asienta la gestión municipal del Ayuntamiento de Gumiel de Izán desde hace unos años. Una forma de trabajar que han plasmado en el proyecto denominado Gumiel de Izán resiste y que ha sido reconocido con un accésit en los premios Mejores Prácticas en Conjuntos Históricos y Etnológicos que convoca la Junta de Castilla y León. «Presentamos una memoria en la que aparecen las iniciativas que venimos desarrollando y ha sido una sorpresa que nos hayan reconocido», explican desde el Consistorio, en lucha continua por mejorar, ser un lugar atractivo para vivir y con servicios y tratar de ofrecer al turismo su mucha riqueza.
Con esa apuesta clara por la supervivencia, Gumiel de Izán consigue conservar su número de habitantes, actualmente 508 pero que llegaron a ser 2.500 en la década de los sesenta del siglo pasado. «Y no somos más porque no hay oferta de vivienda, no hay casas libres para poder alquilar, pero si personas interesadas en hacerlo», comentan desde el Ayuntamiento, donde los últimos años se ha centrado en acondicionar inmuebles para ofrecerlos como viviendas de alquiler social. «Actualmente contamos con cuatro en estas condiciones. Tenemos otra que también está habitada gracias a una subvención dentro del programa Rehabitare de la Junta y estamos finalizando otra que se destinará a este tipo de arrendamiento, lo que son un total de 6», explican.
Como recoge la memoria, el Ayuntamiento también ofrece una ayuda directa a la natalidad. «1.000 euros por hijo siempre y cuando los padres lleven empadronados en Gumiel al menos dos años», añaden. Igualmente concede ayudas a la restauración de casas y edificios ubicados dentro del conjunto histórico, ha adecuado un centro de día para mayores, ha abierto una escuela infantil y fomenta la instalación de empresas en el municipio.
Su trabajo en el área de urbanismo por respetar la normativa de Conjunto Histórico y por ofrecer un bonito y cuidado aspecto, también ha facilitado que el premio recayera en la localidad, en la que es fundamental la colaboración vecinal. «Una de las tradiciones que aún se conserva es que los vecinos barren cada mañana la fachada de su casa», recoge el proyecto, en el que recalcan su labor durante todo el año por mantener el pueblo limpio. Los propios habitantes también se encargan de adecentar las zonas verdes y de adornar sus viviendas con flores, «lo que favorece el embellecimiento de la localidad y supone también un reclamo turístico», comentan. También un grupo de voluntarios ha venido desarrollando diferentes actuaciones para recuperar y limpiar humedales, fuentes y manantiales y favorecer así la conservación de flora y fauna. En relación a esto, desde el Ayuntamiento también han arreglado caminos y han hecho labores de reforestación, entre otras.
Fruto. Desde el Consistorio aseguran que el esfuerzo económico y el trabajo que hay detrás de ello está ofreciendo buenos resultados y que están logrando el objetivo: que se mantenga su población, «lo que también implica el mantenimiento de los servicios», señalan desde el Ayuntamiento, donde están inmersos en mostrar su mejor versión al turismo. Cuenta con monumentos de valor histórico, 11 bodegas, entre ellas Portia, diseñada por Norman Foster, y un castillo que pretender restaurar de cara al futuro. También en los últimos años se ha colocado cartelería indicando las calles del municipio y una ruta para facilitar el trayecto a los turistas.