Al más puro estilo Bienvenido, Mr. Marshall, genial película de Luis García Berlanga, Los Ausines tenía marcada la fecha del sábado 31 de agosto desde hacía días. Una llamada a su alcalde, Víctor Angulo, les puso sobre aviso: el embajador de Japón en España, Takahiro Nakamae, quería visitar una finca cercana, de propiedad privada, para lo cual pidió la intercesión del regidor. Tras dos intentonas durante los últimos años, el diplomático logró al fin su deseo y pudo conocer los tesoros de este complejo.
Acompañado por su amigo Florentino Rodao, catedrático de Historia de Asia en la Universidad Complutense de Madrid y la hija de este, a las 12:30 horas concluyó el encuentro dentro de su agenda particular de fin de semana. «Les planteé que, al terminar la visita, si querían podía enseñarles el pueblo», recuerda Angulo. Para sorpresa del alcalde, que reconoce no tenía ninguna esperanza de que el embajador accediera a su proposición, este aceptó amablemente.
«Me quedé estupefacto», reconoce. Sea como fuere, el regidor había tratado de anticiparse y colgó en el balcón del Ayuntamiento, junto a las banderas de Los Ausines, España y Europa, la enseña japonesa. «Lo valoró mucho. Lo primero que dijo al bajarse del coche fue que era un detallazo por nuestra parte y sacar unas fotografías de la fachada del Consistorio», explica Angulo.
Takahiro Nakamae (i.), junto a su amigo Florentino Rodao y el alcalde Víctor Angulo. - Foto: DBTras el recibimiento oficioso, Takahiro Nakamae, su amigo y la hija de este conocieron con detalle el extenso patrimonio con el que cuenta el municipio: la iglesia de San Miguel, la de San Juan y la de Santa Eulalia. Durante el recorrido, guiados por el alcalde y varios vecinos, el diplomático, según Angulo, no dejó de interesarse por algunas de las obras de su interior. Además se mostró entusiasmado por la historia de Los Ausines. En el Ayuntamiento hay una serie de carteles informativos que permiten hacerse una idea de cómo ha evolucionado este enclave desde la Edad del Hierro hasta la actualidad. Víctor Angulo enseñó al diplomático los descubrimientos que se han sucedido en las cinco campañas de excavación que se han desarrollado en el yacimiento del poblado de Castromayor.
«Se quedó muy sorprendido por la historia del pueblo», asegura el alcalde, que se mostró encantado de tener a una personalidad de esta categoría paseando por sus calles. Antes de concluir la visita 'programada' conoció el antiguo molino de agua que se restauró hace unos años o el antiguo puente. Cuando terminaron el periplo por el pueblo eran las 14:30 horas. Los Ausines, como buena parte de los municipios de la provincia durante el verano, son un hervidero de gente y actividades.
Música. Ese sábado la Asociación Cultural había traído a una charanga para amenizar el vermú, por lo que Angulo planteó si a los visitantes les parecía bien conocerlas. «Tampoco tenía muchas esperanzas, pero de nuevo me sorprendieron y aceptaron sin casi dejarme terminar de plantearlo», indica. Ni corto ni perezoso, Nakamae, Coca Cola en mano, no dejó de fotografiar la actuación de Los Chones y de sacarse instantáneas con ellos. «A pesar del cargo que ostenta es una persona muy cercana y humilde. Fue algo impresionante que viniera a Los Ausines y que estuviera con todos los vecinos», admite.
La idea inicial de la delegación nipona era terminar la visita a la finca privada y acto seguido marcharse a Segovia a comer. Sin embargo, la ruta turística que hicieron por la localidad les hizo virar sus planes. A las 15 horas y sin saber dónde marcharse a reponer fuerzas, Víctor Angulo no se lo pensó dos veces -otra vez más- y les invitó a comer en el pueblo. El menú estuvo compuesto por caracoles, tan típicos de esta zona de la provincia, acompañados por carrilleras. «Es un plato algo especial, nos comentó que no los había probado nunca, pero al repetir entiendo que le gustaron», sentencia.