2 años para unir las carreteras de Santander y Villarcayo

L.M. / Burgos
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La Junta, al igual que hace dos décadas, se decanta por conectar la CL-629 y la N-623 a través de una vía de 4,1 kilómetros que circulará al norte de Villalbilla Sobresierra y Gredilla. Se ahorrarán 10 minutos

El ramal se construirá una vez pasado el desfiladero de Peñahorada, que arranca nada más cruzar Villaverde (al fondo). - Foto: Alberto Rodrigo

A finales de 2023, la Junta de Castilla y León decidió rescatar del fondo de un cajón ubicado en la Consejería de Movilidad un viejo proyecto para conectar las carreteras de Villarcayo y de Santander. La nueva carretera enlazaría la CL-629, que llega desde La Mazorra, a la altura del kilómetro 10, con la Nacional 623, que va de Sotopalacios hacia Cantabria por el páramo de Masa, a la altura del km 21,4.

Hace dos décadas se barajaron hasta cuatro alternativas para realizar esa conexión, que se ejecutaría en el término municipal de la Merindad de Río Ubierna, más concretamente entre Gredilla La Polera y Villalbilla Sobresierra.

Pues bien, tras un largo periodo de actualización, el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) recogió ayer el informe de impacto ambiental. En este documento, que ahora sale a información pública, se avanzan algunos detalles de la futura infraestructura como la alternativa seleccionada: la AB, de 4.156 metros de longitud.

Esta fue la que los técnicos de la administración regional ya eligieron a principios de siglo y que conecta las dos carreteras por el norte de los cascos urbanos. Además, se precisa que el periodo de ejecución de las obras de construcción será de unos 24 meses frente a los 12 de las primeras estimaciones de hace 20 años. Para que ese momento llegue, no obstante, el proyecto debe salvar aún varios trámites administrativos más. La vía está diseñada con dos carriles de 7 metros de anchura total, a lo que se suma el arcén de un metro, bermas de medio metro y cunetas. En la actualidad, la conexión entre las dos vías existentes, una nacional y otra regional, se realiza por carreteras locales por los pueblos de Gredilla La Polera y Villalbilla Sobresierra, con trazados irregulares que atraviesan dichos núcleos poblacionales. El nuevo ramal se proyecta con una geometría más lineal, situado al norte de ambos núcleos, de forma que se reducen las molestias a los mismos.

Se contemplan obras para el cruce con arroyos, un puente sobre el río Ubierna y dos pasos superiores para caminos y vías pecuarias, dotando de permeabilidad al territorio. La carretera contará con un cerramiento con diversos dispositivos de escape para paso de la fauna. Los pasos de agua, cruces con arroyos y caminos serán acondicionados como pasos de fauna. Se verán afectadas tres vías pecuarias: Colada de Peñahorada a Montorio, Colada de Quintanajuar y Colada del Camino Viejo de Burgos o de La Venta, todas ellas de 15 metros de anchura. Los pasos sobre la nueva carretera, diseñados para permitir la continuidad de dichas vías, la reducirán a 8. El proyecto incluye una escollera de protección del cauce de 100 m de longitud en cada margen, cuya necesidad deberá replantearse considerando la función realizada por la vegetación natural una vez restaurada.

(Más información y gráfico explicativo, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)