La chana también es cosa de mujeres

I.P. / Burgos
-

Padilla de Abajo deja por primera vez participar a las féminas en el campeonato del popular juego, uno de los actos más esperados

De izquierda a derecha Miguel Burgos, Javier Padilla, Jesús Ignacio Grajal (alcalde) y Álvaro González. - Foto: J.J. Matías

El verano da vida a Padilla de Abajo. Da igual la hora que sea de julio y agosto que siempre hay chavales por el pueblo, cuando solo uno vive durante todo el año y apenas tiene un año. Ellos y los jóvenes son un tesoro que al Ayuntamiento mima y a los que dirige buena parte de las actividades que elabora para sus fiestas patronales de Sanjuanes, en las que ya están inmersos, aunque los días grandes son este fin de semana y buena parte de la siguiente.

Es una de las novedades de este año, el adelantar y espaciar la programación. Así, la localidad ya ha gozado de actividades desde el pasado día 19 y no acabarán hasta el último día de este tórrido mes de agosto, jueves cuando tendrá lugar uno de los actos más populares, la misa con ofrenda floral, subasta y la bajada de la ermita bailando la jota padillera. Ese será el final y el momento en el que el pueblo verá marchar con pena a los veraneantes, pero el alcalde, Jesús Ignacio Grajal, se queda con todo lo bueno vivido esta semana y lo que está por venir. Ya se han celebrado la comida de los jubilados, los talleres infantiles de dibujo, arcilla y química, charla culturales, excursiones ornitológicas y hasta un taller para aprender a jugar al mus, puntualiza el regidor que echa un piropo a los jóvenes, a la Asociación El Torreón y a las peñas sin quienes no sería posible abarcar tal cantidad de actividades, como también reconoce orgulloso Miguel Burgos, el representante de los peñistas.

Ambos destacan otras dos de las principales atracciones de las fiestas de sanjuanes, las dianas con pasacalles y charangas, una tradición que se perdió tiempo atrás, pero que se ha recuperado hace unos años, incluida la costumbre de que los vecinos les dan el 'aguinaldo'. Miguel destaca el gran ambiente que se crea, "comenzamos saliendo unos pocos, pero a medida que recorremos las calles se van sumando y hasta se levantan de la cama quienes no hace mucho se acababan de meter", dice gráficamente. Son este sábado.

Otra de las novedades es el campeonato de chana, un juego autóctono (similar a la tuta, pero lanzando una piedra para tirar un cuerno desde cierta distancia) y que Padilla conserva y que este año abre oficialmente a la participación de las mujeres. Ya el año pasado, recuerda Javier Padilla, el concejal, se decidieron algunas por jugar, pero este año se espera una buena participación. Tradicionalmente ha sido un juego de hombres, de ahí que el pueblo esté emocionado de la presencia de las féminas. Será el miércoles día 30 de agosto a continuación de otra de las 'buenas' costumbres de los vecinos de la localidad, el tenderete en las bodegas, que así llaman a la ruta por las mismas para tomar el vermú acompañado de una ración de gambas que hacen los chavales. Ese día también destaca en la programación la música en directo con Paula Villa y Roberto Domingo. La comida popular de este sábado, con tres centenares de comensales, da buena muestra de que estos días el pueblo multiplica su población por cuatro.

Parque y depuradora. Las fiestas suponen un alto en el camino, pero acabadas estas, cada cual vuelve a sus obligaciones, los adultos al trabajo, los alumnos a clases y el Ayuntamiento a ejecutar las obras que ya tiene presupuestadas y a planificar otras para solicitar ayudas y llevarlas a cabo a lo largo de la legislatura, que acaba de comenzar tras las elecciones de pasado mes de mayo. Los vecinos ya conocen los proyectos municipales, porque el pasado 20 de agosto se convocó asamblea vecinal y la Corporación los expuso ante un numeroso público.

La repavimentación de varias calles que se van deteriorando, la apuesta por la energía solar con la instalación de placas en el Ayuntamiento y seguir trabajando por mejorar la estética y la seguridad vial en el pueblo interviniendo en edificios que amenazan ruinas -si no es con acuerdo de los propietarios, en algunos casos de oficio- son algunos de los proyectos. Pero Grajal hace hincapié en los dos más ambiciosos, el acondicionamiento de un parque en la zona de los antiguos lavaderos y la nueva depuradora para sustituir al sistema actual de la poza de decantación, que tiene más de 50 años. Aunque funciona bien, lo cierto es que la limpieza anual a que obliga Medio Ambiente supone una inversión importante, en torno a los 1.800 euros para un Ayuntamiento con un presupuesto que no llega a los 150.000 euros. El regidor asegura que es ya una necesidad imperiosa y está a la espera de que salga la convocatoria para la depuración de agua de los municipios de menos de 500 habitantes para llevar a cabo este proyecto.

Con una subvención de Sodebur, instalarán 12 farolas autónomas en las zonas más periféricas del pueblo. También quieren recuperar una tercera laguna, la de Torrecilla, donde hay un manantial con agua todo el año. Ya han restaurado dos que les valió este año uno de los premios de Medio Ambiente convocados por la Diputación Provincial.