Este sábado se celebran en toda España las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada y, de los 32.000 aspirantes, casi la mitad (15.000) se presentan al examen de Medicina, con el objetivo de sacar la mayor puntuación posible para poder elegir la plaza deseada. Esta convocatoria se presenta como histórica en Burgos, tanto por el leve aumento de plazas que se ofertan (115 en centros de toda la provincia, dos más que el año pasado) como por las especialidades: por primera vez podrá haber residentes en Microbiología y Radiofísica hospitalaria, en sendos casos en el HUBU. En Urgencias, en cambio, la especialidad se aprobó el año pasado, pero los servicios que consigan autorización para ejercer la docencia tendrán que esperar otro año para tener residentes, hasta la convocatoria del 2026.
Los otros 17.000 graduados inscritos se presentarán a los exámenes de Enfermería (10.014), Psicología (3.864), Farmacia (1.482), Biología (1.147), Física (322) y Química (245). Y salvo en esta última materia, Burgos ya oferta plazas en todas las demás; la mayoría las convoca el HUBU, dado que los hospitales de Aranda y de Miranda todavía no tienen autorización del Ministerio de Sanidad para ejercer la docencia (en el pasado sí especializaban en Medicina Familiar y Comunitaria, pero ahora lo hace Primaria directamente en los centros de salud).
Así, los 115 puestos que oferta Burgos se distribuyen de la siguiente manera: 89 son específicos para graduados en Medicina (48 en el HUBU y 41 en centros de salud); 18 para titulados en Enfermería (1 en el HUBU y 17 en Atención Primaria); 3 para biólogos (todas en el HUBU); 2 para psicólogos (en el HUBU); otras dos para farmacéuticos (en el HUBU) y otra para física (también en el HUBU).
Esto significa que la Consejería de Sanidad ha autorizado que se convoquen casi el 100% de las plazas de formación sanitaria especializada acreditadas en la provincia. De hecho, en Medicina solo quedan tres en reserva: la de Cirugía pediátrica, que convoca en años alternos porque consideran que así preparan mejor a los residentes; y dos de las tres autorizadas en Neurofisiología clínica. Y en Enfermería quedan pendientes 5 de las 22 que podría ofertar Atención Primaria (dos en Miranda y tres en Aranda). Y eso que los centros de salud sí son atractivos en esta materia y siempre agotan las plazas para especializar enfermeras; algo que, sin embargo, no ocurre con los puestos en Medicina Familiar y Comunitaria. En el resto de materias -Psicología, Biología y Física- se oferta todo lo autorizado.
Relevo generacional. Hay que tener en cuenta que el Ministerio de Sanidad acredita como espacio docente a un servicio y establece el máximo de jóvenes a los que se puede formar, pero luego son las Consejerías de Sanidad las que deciden cuántas de esas plazas convocan, dado que también son salarios que deben pagar.
Entre el 2008 y el 2020 se produjo un recorte impresionante en este capítulo, cuyas consecuencias se pagan hoy por la escasez de especialistas, sobre todo en Medicina Familiar y Comunitaria o, lo que es lo mismo, la que se ejerce en los centros de salud. Para comprender hasta qué punto se escatimó en esta cuestión, basta con decir que en 2008 y en 2009 la provincia preparó solo a 4 y 5 MIR de primer curso. En 2012 se incrementó a una decena, a pesar de que se sabía que se avecinaba una época de jubilaciones masivas. Ese momento llegó y trata de paliarse con convocatorias con plazas multiplicadas. Ahora solo falta que se elijan cuando se abra el plazo, en abril.