La Concejalía de Servicios, liderada por Guillermo Ubieto, se ha marcado como uno sus «grandes retos» la reducción del gasto de agua potable de Miranda porque, según explica el edil, «cada vez tenemos más problemas para abastecer desde los dos manantiales todas las necesidades». Desde su punto de vista, «se está haciendo insostenible el consumo y, si bien no hay peligro con el abastecimiento, la gente tiene que ser consciente de que tenemos un problema grave y no es algo coyuntural, sino que se está convirtiendo en crónico». Los datos avalan esa perspectiva, puesto que, conforme al balance del que dispone el Ayuntamiento, en 2023 se utilizaron hasta 4.260 millones de litros de agua potable. O lo que es lo mismo, en un solo año en la ciudad se emplearon casi 120.000 litros por cada habitante.
Ubieto comenta que «el consumo de agua es cada vez más alto, no solo por los usos cotidianos y vitales, sino también por usos ociorecreativos y de otro tipo». Precisamente, el edil de IU-Podemos apunta que «uno de los grandes problemas» en esta materia se encuentra en «el uso inconsciente» que se realiza para «el llenado de piscinas particulares, por ejemplo». El Consistorio quiere evitar que durante 2024 pueda empeorar la situación, por lo que Servicios valora «la posibilidad de regular cómo se llenan estas piscinas, en qué casos se podría llegar incluso a restringir el llenado por estar en un periodo especial de sequía». En este sentido, el concejal aún no avanza «si se sacará una ordenanza», pero sí tiene bastante más claro de qué forma reducirá el Ayuntamiento su propio gasto en agua potable si llegan meses de sequía.
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