Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


ERC es Illa. ¿Lo pilla?

13/08/2024

No, no, Salvador Illa no es un converso, porque los conversos están poseídos de un entusiasmo tan arrollador que sobrepasan a sus maestros. Lo que le sucede al PSOE catalán es que perdió hace mucho tiempo la E, española, de la sigla y, en realidad, es el Partido Socialista de Cataluña, que actúa de franquicia del PSOE. Vendría a ser como una franquicia de Burger King, con la decoración normativa exactamente igual a los demás establecimientos, pero donde, en lugar de hamburguesas, se sirviera butifarra catalana, pan amb tumaca, y, de postre crema catalana. ¿Y el que entre al establecimiento y pida una hamburguesa habitual de la casa? Que se joda y, en la próxima ocasión, piense a quien vota.

Salvador Illa es un buen chico, y obedece sin rechistar a Pedro I, El Mentiroso, porque sus órdenes son anheladas y coinciden con los propósitos del buen chico del socialismo catalán que, como la mayoría, no se ha atrevido a militar en ERC, pero están más cerca de ERC que de cualquier socialista de la periferia, excepto los ovejunos componentes del consejo de ministro, que han pegado su trasero a los sillones ministeriales con imedio separatista.

Apoyar el fundamentalismo lingüístico, y el estúpido intento de erradicación de la lengua española, que hablan y leen todos los catalanes, y 600 millones de seres humanos en el mundo, es una de esas catetadas que distinguen al sectario del ser racional.

Intentar engañar a 39 millones de españoles, explicándoles que un poco más de 9 millones, residentes en el País Vasco y Cataluña, van a detraer otros 50.000 millones más de impuestos, que se quedarán en Cataluña, pero -eso sí- casi el 28% del déficit de las pensiones, que suman el País Vasco y Cataluña, lo tendrán que pagar los españoles de Segunda División, es un robo insolidario, tan evidente y palpable, que, por mucha que sea la ovejuna obediencia hacia la discriminación del mal socialista, no creo que contagie al resto de la población española.

El español acepta la derrota, pero que, además, le mojen la oreja, untada en saliva separatista, le suele producir inflamación en determinadas partes de su organismo. Y el PNV, que tenga cuidado. Aceptamos su discriminación, porque entre ellos y Navarra, no eran tantos. Pero, cuanto más defiendan a los secesionistas catalanes, más en peligro pondrán sus privilegios. Porque son privilegios, que se construyeron por el miedo a una banda de asesinos.