La declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto etnográfico del campo petrolífero de La Lora no está suponiendo la protección del yacimiento. De hecho, en las última semanas se ha produciendo la sustracción de buena parte de la chatarra que se acumuló en el campo cuando la Compañía Petrolífera de Sedano (CPS) entró en las instalaciones en septiembre de 2021 y procedió a desguazar 6 de los 15 caballitos existentes, así como otros elementos en la zona de la estación, incidencia, por otra parte, que en ese momento fue denunciada por el alcalde de Sargentes de la Lora, Carlos Gallo, que acusó a la empresa de 'asaltar' el campo sin tener licencia de obra municipal y presentó la pertinente denuncia en el Juzgado.
Gallo denuncia ahora un nuevo atropello como es el robo de buena parte de esa chatarra acumulada que se mantenía en el campo, y entiende que tiene que haber sido de noche cuando los 'asaltantes' han entrado en el campo con sus vehículos para sacar tal cantidad. «Solo han dejado los motores de los caballitos y algunas piezas muy grandes que no han podido con ellas, pero tiempo al ,tiempo», añade el alcalde que responsabiliza de ese «atropello» a la administración central por la falta de vigilancia, ya que es esta quien tiene competencia sobre el yacimiento una vez clausurado y con la empresa en quiebra.
En este sentido, el regidor recuerda que ya el pasado mes de febrero, tras la quiebra de la CPS, alertó a la Subdelegación del Gobierno de que podía darse esta situación al quedar el campo sin personal de vigilancia y mantenimiento. «Estamos totalmente olvidados», añade.
El tiempo le ha dado la razón, por lo que Gallo vuelve a exigir al Gobierno que contrate una empresa de vigilancia e, incluso, que valle en condiciones todo el entorno de los caballitos que aún se mantienen en el campo, y no solo por la posibilidad de nuevos robos, sino por el peligro que entraña el actual estado de las instalaciones ya que los 15 pozos de extracción se mantienen abiertos sin sellar, con sus conductos de gas «solo están cerradas las válvulas», puntualiza el alcalde de Sargentes.
Tras el desguace de aquellos 6 caballitos, se mantienen intactos los 9 restantes. Estos son los elementos identitarios del yacimiento petrolífero y la intención municipal es que un buen número de ellos se mantengan en el campo tal y como contempla el plan cultural en el que se está trabajando para preservar ese patrimonio único en España como reconoce la propia declaración de BIC.
Carlos Gallo explica que el municipio tiene claro dónde quiere que se reubiquen esos elementos. «es lógico que un caballito esté en el pozo Ayoluengo 1 por ser del que el 6 de junio de 1964 brotó petróleo; otro en el 5 que ha sido el que más producción ha tenido durante la vida útil del campo, o en los números 18 y 46 que están enclavados en la naturaleza rodeados del encinas para revalorizar ese paisaje y aprovechar la presencia de eólicos para unir el pasado industrial del municipio con el futuro y la apuesta por las energías renovables en ese entorno del campo de La Lora. En todo caso, además de diseñar ese proyecto cultural, el alcalde de Sargentes sigue trabajando para que el campo tenga vida útil más allá del su pasado petrolífero, como es la apuesta por un nuevo proceso industrial para realizar una transición ecológica hacia la explotación de Ayoluengo con hidrógeno libre de emisiones.