La Junta de Castilla y León implantará el próximo curso la gratuidad en la educación durante el primer año de vida. Así, completará lo realizado en los últimos ejercicios para las franjas de 1 a 2 y de 2 a 3 años, aunque en este caso habrá una novedad, porque no habilitarán nuevas clases en los colegios de la ciudad. Los responsables regionales pretenden crear una red con la suma de la única escuela infantil pública y las tres de gestión privada, donde reconocen que el número de plazas puede ser insuficiente, más si se atiende a que en la actualidad las 35 que aglutinan entre las cuatro guarderías están llenas e incluso hay familias que han buscado hueco en la vecina localidad alavesa de Rivabellosa.
En cualquier caso, la intención está marcada y desde la Dirección Provincial confirman la propuesta del Área de Inspección, que tendrá que ser confirmada por la Consejería de Educación. Este paso se ve como un trámite, puesto que las guarderías trabajan con esta previsión, pero eso no aleja las dudas de lo que pueda suceder en septiembre. En la escuela infantil La Granja de Otto recuerdan que en pleno curso habilitaron una clase de 0 a 1 con otras ocho plazas, el ratio máximo por aula. «Tenemos una demanda brutal y se llenó rápido», explican en el centro, donde reconocen que «sigue viniendo gente y tenemos que decir que no».
En la escuela infantil de Anduva, de titularidad municipal aunque con gestión privada, disponen de una clase y también ven que puede haber problemas de cara a septiembre tras detectar en el presente curso un aumento de la demanda, porque algunos padres apostaron por acceder al sistema con sus bebés, para garantizar la continuidad en los siguientes peldaños.
Desde Educación, aclaran que si existe una necesidad mayor actuarían, aunque «en los Centros de Educación de Infantil y Primaria se hará lo menos posible», reiteran. Por eso, cabe la posibilidad de ampliar las 35 plazas actuales de Miranda, tanto en la escuela infantil de Nuestra Señora de Altamira (pública) como en Colorines. En el centro dependiente de la Junta, disponen de un aula que está completa de 0 a 1 años, aunque recientemente la Dirección Provincial habilitó un nuevo espacio. Tal y como se indicó por sus responsables, esa obra se ejecutó para generar más plazas de 1 a 2 años, aunque actualmente está sin uso, por lo que en un futuro podría abrirse para los bebés.
A estos huecos, podría añadirse más capacidad en Colorines, donde cuentan con una clase mixta de 0 a 2 años. En ella, reservan tres sitios para los más pequeños, aunque indican que a través del formulario de aulas en funcionamiento para el curso que viene «pusimos que nos podemos adaptar y dejar más plazas si hay necesidad», manifiestan, aunque en su caso tendrán que acometer obras.
Pese a estas posibilidades, los centros dudan de cómo influirá la gratuidad en la demanda, pese a que en Educación opinan que «los casos de 0 a 1 son distintos a lo que sucede con las clases de 1 a 2 y de 2 o 3 años», ya que los padres posponen lo que pueden el ingreso de sus hijos en los centros. Esa costumbre también genera dudas en las guarderías, ya que los bebés no empiezan habitualmente a la vez y acceden según cumplen meses. Eso puede generar situación como que el curso arranque sin nadie, por lo que se preguntan cómo se gestionará el personal y qué sucederá con los casos en los que el ingreso llega con el curso muy avanzado.
Obras. Más allá de las dudas, al no habilitar clases en los CEIP, Educación evita problemas con los centros, que han perdido espacios comunes para los cursos de Infantil. Esto ha sucedido en colegios como Las Matillas, El Príncipe y La Charca. También pudo ocurrir en Altamira, donde la Dirección Provincia amagó con crear dos nuevas clases de 1 a 2 en pleno curso, aunque su ejecución se aplazó. En la parte de las escuelas infantiles privadas, también ha tenido repercusiones la gratuidad y la creación de aulas públicas. De hecho, dos han cerrado y ahora se quejan por ser necesarias para las plazas de los bebés, «pero de eso solo no podemos vivir», recuerdan.