El pasado 21 de abril el presidente del consejo de administración del Burgos CF, Rodrigo Santidrián, lanzaba un órdago a Julián Calero y le pedía que en un plazo de 15 días contestase a la propuesta del club para su renovación. Ese plazo no era imaginario. Finaliza mañana y lo cierto es que el entrenador del Burgos CF tiene que contestar ya. Así se lo han comunicado. En caso contrario o de una respuesta negativa la dirección deportiva activará el plan B y analizará todos las ofrecimientos de entrenadores que tiene encima de la mesa.

Los dirigentes del Burgos CF no quieren que esta situación se alargue más. «Nadie es imprescindible», dijo entonces Rodrigo Santidrián. Esta afirmación y estos plazos no sentaron bien a Julián Calero, que desea tener más tiempo para dar su respuesta, quizás esperando alguna otra oferta. Pero ese tiempo no lo tiene porque el Burgos CF está trabajando ya en el nuevo proyecto y para ello es imprescindible conocer el nombre del inquilino del banquillo para la próxima campaña. No es lo mismo el estilo de juego de un entrenador que de otro y, por lo tanto, no es igual el perfil de un jugador que de otro. 

La dirección deportiva está trabajando en la renovación de varios futbolistas. Cerrada la de Miki Muñoz, ha acelerado las negociaciones con Aitor Córdoba, con Alfonso, con Matos y también con Grego Sierra (...).

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