Las cinco vidas de Al Pacino

A. G. de Francisco (EFE)
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Las memorias en español del oscarizado actor, arruinado dos veces, salvado de la COVID-19,de las drogas y de la delincuencia, llegan hoy a las librerías para recordar una trayectoria de cine

El protagonista de ‘El Padrino’ asevera que su madre es la mujer de su vida - Foto: vía EFE

Al Pacino ha protagonizado películas míticas como El padrino o Serpico, ha tenido cuatro hijos, ha superado dos ruinas y ha sobrevivido a la COVID-19, a las drogas y a la delincuencia. Y lo único que espera cuando muera es reencontrarse con su madre en el cielo y decirle: «¡Eh!, mamá, ¿has visto cómo me fue?». Así lo cuenta el actor, de 84 años, en sus memorias, Sonny Boy (Cúpula), que se publican hoy en español y en las que demuestra que su madre, Rose, ha sido la mujer de su vida.

Cuando preparaba su discurso por si ganaba el Oscar -cosa que hizo- por su interpretación en Esencia de mujer (1992), Pacino se miró al espejo y se preguntaba a quién debería dedicárselo.

«Pienso en ese momento en el baño y me doy cuenta de que todavía estoy aquí gracias a mi madre. Por supuesto, es a ella a quien tengo que agradecerle. Ella fue quien me alejó de un camino que me llevaba a la delincuencia y la violencia, a la heroína que finalmente mató a Petey, Cliffy y Bruce -sus mejores amigos de infancia-. Perdí a los tres de esa manera. No estaba exactamente bajo estricta vigilancia, pero mi madre prestó atención a dónde estaba. Creo que ella me salvó la vida».

Es una de las muchas reflexiones del actor que hace un repaso cronológico a su vida, desde su infancia en South Bronx junto a Petey, Cliffy y Bruce, al abandono de su padre, los problemas de salud de su madre y su carrera en el teatro primero y en el cine después, marcada por sus adicciones.

Una larga trayectoria llena de altibajos, en la que se encontró con mucha gente que le ayudó de distintas maneras, como Martin Sheen, con quien hasta compartió apartamento; Francis Ford Coppola, que se empeñó en hacerle protagonista de El padrino pese a ser un desconocido en Hollywood, o Diane Keaton, su pareja durante años y la que le impulsó a regresar al cine tras su retirada en 1985.

Cuatro años después, ese tiempo durante el cual se centró en el teatro, Pacino se encontró arruinado. «Miré la caja y estaba vacía», señala y reconoce que fue gracias a Keaton que pudo recuperarse de aquella crisis. «Me dijo: '¿Qué vas a hacer, deprimirte todo el día? (...) No hay vuelta atrás, has sido rico demasiado tiempo'».

De Keaton es de entre sus parejas de la que más habla en el libro, así como de su primera novia seria, Jill Clayburgh, con quien mantuvo una relación de cinco años en el inicio de su carrera.

Apenas una mención a las madres de sus hijos: Jan Tarrant, con quien tuvo a Julie; Beverly D'Angelo, de los mellizos Olivia y Anton, y Noor Alfatllah, que le hizo padre por cuarta vez en junio de 2023.

Con el tiempo llegó una segunda ruina, pero eso no fue lo peor. Lo peor fue el declive físico. «Con casi 80 años descubrí que hay que cuidarse», recuerda el actor, a quien los excesos empezaron a pasarle factura. Y luego, llegó la COVID... «En realidad, me morí una vez», explica Pacino, que se contagió al principio de la pandemia y empeoró tanto que asegura que experimentó la muerte. «Yo retorné y puedo decir que no había nada allí».