¿La clave contra el envejecimiento?

Europa Press
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Las transfusiones de plasma joven podrían ser una técnica determinante a la hora de prevenir y detectar de manera temprana trastornos relacionados con la edad

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El control del envejecimiento es otro de los por qués de la medicina preventiva, que busca distintos métodos y técnicas que ayuden a la prevención y detección de trastornos relacionados con la edad. Uno de ellos, podrían ser las transfusiones de plasma joven, aunque no está exento de cierta controversia en el campo de la salud.

Tal y como asevera en una entrevista el profesor Antonio Ayala, catedrático de Bioquímica y Biología molecular de la Universidad de Sevilla, y vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL), como nos podemos imaginar, el objetivo de hacer frente a las consecuencias derivadas de la vejez es «enorme», ya que la edad afecta a todas las partes del organismo y produce muchos cambios moleculares.

 «Por ejemplo, los niveles hormonales decaen, las concentraciones de compuestos protectores también. Teniendo en cuenta que todos estos cambios bioquímicos pueden generar un problema, hay que prevenirlos a múltiples niveles. En este sentido, el uso de plasma joven para «reponer las concentraciones sanguíneas de los compuestos que nos benefician, y eliminar aquellos que nos perjudican, es una estrategia más a añadir para controlar ese proceso tan complejo», defiende.

Un asunto polémico

Actualmente, señala este experto, la aplicación de este procedimiento como terapia para combatir el envejecimiento es un asunto polémico y, en la mayor parte de los países, no cuenta con la aprobación de las autoridades sanitarias. 

 Sin embargo, algunas empresas americanas han estudiado y ofrecen este tipo de procedimientos, según aprecia el doctor Ayala. En otros apunta que la regulación puede variar, ser muy laxa, e incluso son conocidos varios casos en los que este tipo de medios se realizan en aguas internacionales para eludir las restricciones legales. 

En el caso de España, resalta el galeno, «afortunadamente», la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es muy garante a la hora de evitar los riesgos derivados del uso de cualquier tipo de terapia, y el uso de plasma joven, en este caso, no está ni respaldado, ni autorizado. 

«Lo único que la AEMPS sí reconoce y regula es el uso de plasma rico en plaquetas (PRP) autólogo, es decir, obtenido del propio paciente, para ciertos tratamientos médicos y estéticos», afirma. 

No obstante, remarca este catedrático universitario que estas investigaciones están abriendo un nuevo frente de batalla para el control del envejecimiento: «El reto es seguir describiendo cuáles son los ingredientes (proteínas y factores de crecimiento) de la sangre que tienen estos efectos rejuvenecedores». 

Es más, comenta que no todas les células responden de igual forma igual. «En particular, las células madre mesenquimales de tejido adiposo, las células madre hematopoyéticas, y las hepáticas son las más beneficiadas», puntualiza.

 

Evidencia científica

Así, Ayala recuerda que el empleo de las transfusiones de sangre como método contra la vejez se basa en unos experimentos que se hicieron hace ya bastante tiempo y en los que se vio que la sangre de ratones jóvenes rejuvenecía los órganos de un roedor viejo, después de que sus sistemas circulatorios fuesen unidos quirúrgicamente con una técnica llamada parabiosis. 

«En esta técnica, los animales de experimentación se unen por la piel, se colocan en una especie de camisa de fuerza que los mantienen unidos, y, a los pocos días, los dos empiezan a compartir los sistemas circulatorios gracias a la formación de nuevos vasos sanguíneos por un proceso denominado angiogénesis. Los primeros experimentos que emplearon esta técnica se hicieron en 1957», recuerda. 

Eso sí, el experto considera que hay que tener en cuenta que la sangre tiene todo tipo de compuestos del tipo nutrientes esenciales, enzimas, plaquetas, células inmunes, ácidos nucleicos (ADN y ARN), además de citoquinas y de exosomas, que son vertidos a este líquido desde todas las células del organismo, incluidas las células madre, y que contribuyen a la capacidad antienvejecimiento de la sangre joven. 

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