En pie de guerra por la igualdad

Agencias
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Las mujeres del mundo rural demandan a Bruselas las mismas oportunidades e idénticos servicios básicos que existen en el entorno urbano y así avanzar hacia un futuro mejor

Las féminas son las primeras interesadas en crear pueblos vivos y activos en beneficio de todos. - Foto: EFE

Sin ellas, el mundo rural seguramente moriría. Por eso, las mujeres de este entorno están en pie de guerra en su lucha por la igualdad y en contra de las brechas de género con motivo ayer del Día Internacional de la Mujer Rural. Para ello, exigen que los gobiernos nacionales y, en especial, la UE pongan en marcha políticas activas para que la igualdad en este entorno sea una realidad.

En las áreas rurales españolas residen 7,7 millones de personas, de las que prácticamente la mitad -el 49,2 por ciento- son mujeres, según los datos del último Diagnóstico de la igualdad de Género en el Medio Rural elaborado por el Ministerio de Agricultura.

Algunas de las reivindicaciones coinciden con las de años anteriores, y es que aún hoy, en pleno siglo XXI, muchas de las brechas vinculadas a la desigualdad de oportunidades, la formación y los servicios básicos siguen muy presentes en las áreas despobladas de todos los países.

Con motivo de la nueva legislatura de la UE puesta en marcha el pasado julio las diferentes organizaciones de mujeres rurales elevaron un manifiesto con sus preocupaciones para las que reclaman nuevos planes activos, mayor inversión y seguimiento de los mismos.

Pero aun siendo casi la mitad de la población que habita el medio rural, estas mujeres se ven afectadas por la desigualad en muchos ámbitos aunque en su caso con un doble factor: son féminas en un mundo agrario.

En este contexto, la presidenta de Federación Nacional de la Mujer Rural (Femur), Juana Borrego, reivindicó políticas nuevas para el campo. A su juicio, es «una oportunidad que como colectivo tienen desde Europa para conseguir la igualdad de género con respeto y dignidad y evitar el maltrato y la violencia con formación en los colegios».

Su homóloga de la Confederación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer), Carmen Quintanilla, también hizo hincapié en que son ellas las que deben formar parte de la política agraria comunitaria y se debe reforzar su papel en los fondos de desarrollo regional.

Mientras, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), Teresa López, pidió que se materialicen y se evalúen las medidas ya aplicadas para que se analice «su impacto real sobre las mujeres».

Y la presidenta de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural (Ceres), Inmaculada Idáñez, puso el acento en la agricultura familiar y en la oportunidad de la PAC, como medidas para que se apueste por la incorporación de las mujeres.

Un objetivo claro y directo

Todas las responsables femeninas del entorno rural coinciden en el mismo objetivo: trabajar, trabajar y trabajar por una igualdad real y objetiva. Solo así, las féminas de este mundo dispondrán de las mismas oportunidades y de los mismos derechos efectivos.

Las mujeres rurales persisten en su lucha por la igualdad, ya sea en España, en la Unión Europea o en cualquier parte del mundo, pues las brechas existentes siguen siendo un ancla para que avancen sin ataduras hacia un futuro mejor en un mundo rural vivo y activo.