Las puertas de la Catedral, en noviembre

I.E. / Burgos
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El Cabildo prevé que las polémicas y esperadas obras de Antonio López lleguen ese mes a Burgos. Su presidente, Félix José Castro, insiste en que la decisión de colocarlas en la seo «dependerá solo de los técnicos», no de la opinión de nadie más

Las puertas de la plaza de Santa María son las que se podrían cambiar. - Foto: Luis López Araico

Las puertas de la Catedral que está esculpiendo el artista Antonio López están a punto de concluirse. Esa es la información que tiene en estos momentos el Cabildo catedralicio, que adelanta que podrían estar en Burgos en el mes de octubre o noviembre, seguramente en esta última fecha. Lo cierto es que la Diócesis desea que estén cuanto antes con el propósito de poner fin a un proyecto que lleva muchos años de ejecución y que ha provocado más de un quebradero de cabeza a la Iglesia burgalesa.

Félix José Castro, el presidente del Cabildo, asegura a este periódico que la decisión final de si se colocan en el pórtico de la plaza de Santa María dependerá exclusivamente «de lo que digan los técnicos de la Junta», no va a tener que ver con opiniones de otras personas ni se van a hacer sondeos ciudadanos. Y si no cuentan con ese beneplácito, la Catedral pensará un lugar donde colocar esas puertas, porque asegura que se van a exhibir en la capital burgalesa.

El presidente del Cabildo fía a la aprobación técnica el que este hecho sea pronto una realidad. «El Cabildo no va a hacer nada, absolutamente nada, sin los permisos correspondientes de la Comisión Técnica de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Ahora mismo se está elaborando un informe de impacto patrimonial por un equipo técnico de seis personas de ámbito tanto nacional como internacional. Llevan varios meses trabajando en ello. Ese informe será presentado a la Junta y a la Unesco a través de Icomos. Es probable que antes de que termine este año ese informe esté concluido».

Si ese informe es positivo y recibe el visto bueno de los organismos correspondientes, «no hay ningún motivo para no colocar esas puertas. Una obra artística puede gustar o no gustar, pero eso nunca será un argumento para rechazarla. No se trata de una decisión ni emocional ni política, sino técnica. Si técnicamente se aprueba, las puertas se pondrán en el lugar para el que han sido concebidas».

(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)