El partido del sábado en Eibar debe suponer un punto de inflexión para el Burgos CF. Atrás quedan diez jornadas en las que solo ha logrado ganar dos partidos pero en las que ha jugado con los dominadores y grandes favoritos de la competición, los «transatlánticos» como los denomina Julián Calero. Alavés, Levante, Las Palmas, Granada, Eibar han formado la particular cuesta de enero para el equipo de Julián Calero y ante ellos solo ha podido sumar un punto. Pero eso ya ha acabado y ahora empieza una nueva Liga, una Liga de once jornadas en las que todavía sueña con alcanzar al Albacete y luchar hasta el último suspiro por esa sexta posición que da derecho al play off de ascenso. En este tramo también se enfrentó al Albacete, con el que empató, mismo resultado que en la primera vuelta en tierras albaceteñas.
No está en un buen momento el Burgos. Está encajando más goles, le cuesta cerrar los partidos y ha sumado pocos puntos en este tramo, el más duro de la competición. Sin embargo, ahora llegan rivales de su Liga. Ya no tendrá que enfrentarse a ninguno de los seis primeros. Es más, jugará contra tres de los que ocupan puestos de descenso y con otros que navegan en tierra de nadie, sin apenas ya objetivos salvo sellar cuanto antes la salvación. El rival más fuerte en el horizonte es el Cartagena, que ahora mismo está a un punto del Burgos y que el domingo falló de forma estrepitosa contra el Andorra.
Precisamente este equipo y el Burgos son las amenazas de un Albacete que no cede en esa sexta posición, que el domingo consolidó con una excelente empate en Valencia ante el Levante pese a jugar más de 50 minutos con un hombre menos.
Parece claro que los cinco primeros se jugarán el ascenso directo y tres puestos de play off, mientras que el Burgos debe intentar mantener el pulso con el Albacete y aguantar el empuje del Cartagena para seguir aspirando a esa sexta posición.
Seis en casa. Repasando el calendario de esos 11 partidos, un factor favorable para el Burgos debe ser que seis de esos 11 encuentros los jugará ante su público, en El Plantío. Es cierto que en las últimas semanas este factor no ha sido determinante y ha perdido contra el Granada y ha empatado contra Las Palmas. Pero también lo es que el equipo burgalés ha jugado sus mejores partidos ante su afición, una afición que empuja mucho y puede ser determinante en este tramo final. Sporting, Racing, Ponferradina, Villarreal B, Leganés y Lugo son sus rivales, todos ellos asequibles, aunque habrá que ver su situación cuando lleguen a Burgos, sobre todo en el caso de Ponferradina y Lugo, que ven cerca el pozo del descenso.
Lejos de El Plantío las cosas no serán tan sencillas, con partidos realmente difíciles, al menos varios de ellos. Quizás el más cómodo sea el del Ibiza, aunque este equipo sigue luchando por eludir el descenso. Luego llega el Huesca, un conjunto que ayer empató ante el Racing y está a 10 puntos de esa sexta posición. A finales de abril se jugará el derbi, algo más que un partido y donde la clasificación es menos importante.
Clave puede ser el duelo ante el Cartagena y por último está el viaje a Tenerife, una isla que no se le da muy bien y donde el año pasado encajó una goleada.