Las personas mayores de 65 años, más de 41.000 en una ciudad de 170.000 habitantes, es sin duda un colectivo que se quieren ganar los partidos que concurren a las elecciones municipales. El PSOE incluye en su programa varias iniciativas para mejorar la vida de estos vecinos. Entre ellas, el candidato a la Alcaldía, Daniel de la Rosa, destacó la promoción municipal de un gran centro de día en el suelo dotacional de uso público que hay reservado en el solar del Yagüe, si bien reconoció que la Seguridad Social tendrá que reducir sus pretensiones económicas si quiere desprenderse de la parcela en el corto plazo, "pues dos subastas ya han fracasado". Sería el Ayuntamiento quien impulsaría su construcción y la Administración que financiaría el proyecto, aunque también recabará el apoyo de la Junta de Castilla y León. Tampoco descartó De la Rosa que el Consistorio se haga con la gestión de este servicio.
Asimismo, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por Sonia Rodríguez y Lola Ovejero, concejalas e integrantes de su candidatura, ha destacado que se "habilitarán espacios de reunión" para personas mayores en los centros cívicos de la ciudad, después de que hayan desparecido buena parte de los lugares de encuentro que ponían a su disposición las antiguas cajas de ahorro. Ovejero, por su parte, ha subrayado que el Ayuntamiento reforzará los servicios de teleasistencia, ayuda a domicilio y comida a domicilio para tratar de hacer más fácil la vida a los mayores en sus propios domicilios.
Sonia Rodríguez, por su parte, avanzó que a finales de 2023 -como muy tarde a principios de 2024- las últimas 14 familias que permanecen en el poblado chabolista de El Encuentro serán realojadas. Además, indicó que los CEAS serán reforzados con un administrativo y también señaló que se "construirán parques techados para los más pequeños".
De la Rosa también ha comentado que exigirá a la Junta que revierta a la ciudad el colegio Marceliano Santamaría y que si no lo hace acudirá a los tribunales para reclamar un inmueble que ya carece de uso educativo. Su intención es convertir esas instalaciones en un centro de inclusión y dinamización social para la Barriada Inmaculada, una zona de Burgos que no quiere que se convierta en un gueto.