El Carlos Tartiere es un campo que trae a la mente del Burgos y de su entorno gratos recuerdos. En las dos últimas temporadas la escuadra blanquinegra ha logrado la victoria en el estadio carbayón. Es uno de los campos históricos de la Segunda, uno de los escenarios que impone respeto a los visitantes, pero al conjunto castellano se le ha dado bien en sus últimas visitas.
En ninguno de los dos casos partía con el cartel de favorito, pero supo dar la vuelta a los pronósticos y llevarse los tres puntos.El objetivo de cara a esta nueva visita es seguir agrandando la estadística y hacer bueno el refrán de no hay dos sin tres. La temporada está en una etapa importante, esa en la que los equipos se van situando y los objetivos de todos los contendientes se van definiendo. El Burgos lucha por no quedarse en tierra de nadie y no perder la estela de los conjuntos que luchan por «hacer cosas bonitas», fórmula que los blanquinegros utilizan para no hablar del play off.
En el regreso del combinado burgalesista al fútbol profesional, en la temporada 21-22, el Burgos consiguió en Oviedo su primera victoria a domicilio.Los encuentros como visitante se habían convertido en uno de los retos del conjunto que entrenaba Julián Calero. El bagaje después de cinco visitas había sido de dos empates y empezaba a haber dudas sobre el rendimiento del equipo lejos de su estadio.
En esa sexta salida, que además se disputó entre semana -el jueves 21 de octubre-, el Burgos se desmelenó. De la mano de Saúl Berjón, que zanjó alguna de las cuentas pendientes que tenía en su casa y acabó ovacionado por la afición carbayona, la escuadra burgalesa se impuso por 1-3 gracias al doblete de Guillermo -el delantero vizcaíno marcó sus dos primeros goles de la temporada- y de Claudio.
Fue un punto de inflexión para los de Calero, el paso que les quedaba por dar en su estreno en el fútbol profesional, por lo que esa victoria aportó confianza y supuso una inyección de moral en las filas burgalesas.
La de la pasada campaña llegó en el momento en el que el equipo empezaba a flaquear. Supuso un soplo de aire fresco y mantuvo la fe unas jornadas más, aunque se convirtió en la última gran victoria de la era Calero. Fue un partido cerrado en el que Burgos supo jugar sus cartas y se llevó el triunfo gracias a un gol de Atienza.
Antecedentes. Hasta estas dos últimas visitas, el viaje a Oviedo era sinónimo de resultados adversos para el Burgos CF y es que en su historia el cuadro blanquinegro ha visitado en 20 ocasiones la capital asturiana y ha perdido 11 encuentros y ha empatado 6. Hasta la temporada 21-22 solo había ganado una vez en el Tartiere. Fue la temporada 05-06 y se impuso por 0-1 con gol de Óbolo.