Vadillos y zona sur concentran las ayudas de urgente necesidad

I.L.H. / Burgos
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La mitad de las 936 solicitudes recibidas en 2024 proceden de San Julián, San Pedro y San Felices y el entorno de la avenida del Cid. La cuantía media ascendió a 826 euros

Gran parte de las ayudas son para cubrir necesidades básicas de alimentación. - Foto: R.V.

Las ayudas de urgencia social han vuelto a recuperar el ritmo anterior a la pandemia, cuando las necesidades para coberturas básicas de subsistencia y/o alojamiento se dispararon. El año pasado las solicitudes para recibir este tipo de prestaciones económicas que se conceden en un pago único fueron 936, y de ellas se han concedido 770. Supone, según la concejala Milagros del Campo, un 5,2% menos que en 2023 «porque hay un menor impacto de lo que supuso la pandemia de la covid, hay mayores facilidades de acceso a otro tipo de rentas periódicas y hay una mejora en el mercado laboral», precisó.

Las ayudas de urgente necesidad se conceden para alimentación, higiene, alojamientos temporales y aquellas necesidades que los profesionales de los CEAS consideren imprescindibles para prevenir situaciones de exclusión social. El año pasado el importe máximo por unidad familiar y año natural fue de 4.200 euros, pero de media se entregaron 826 euros. De ahí que de los 800.000 euros que propone el Ayuntamiento y la Junta (que aporta 352.000) se hayan concedido 636.000 euros. Disponen, al margen, de 20.000 euros para ayudas extraordinarias que se suelen destinar a deudas hipotecarias.

Llama la atención que prácticamente la mitad de las demandas de ayuda (43,8%) se concentran en tres CEAS de la ciudad: Vadillos, San Julián y San Pedro y San Felices, unas zonas, en el caso de Vadillos, que se ha venido repitiendo en los últimos años. 

Por otro lado, seis de cada diez personas que solicitan la prestación son mujeres, un dato similar al de otros ejercicios: «Esto evidencia que son las mujeres dentro de las unidades familiares las que se movilizan para cubrir las necesidades básicas. Y que ocupan el mayor peso de sectores sociales con precariedad económica. Además es concordante con otro tipo de ayudas que vamos concediendo. La mujer monoparental es la que tiene más riesgo de exclusión social y precisa más dinero para cubrir esas necesidades básicas», detalló la concejala de Servicios Sociales. Otro dato significativo es la cronificación, ya que cuatro de cada diez solicitantes de estas prestaciones lo ha pedido en años anteriores.