El polígono de Ircio se proyectó hace más de una década por parte de la Junta de Castilla y León como el eje vertebrador de la nueva economía de la ciudad del Ebro, tras el revés que tan duramente golpeó a sus empresas después de la crisis mundial de 2008. Sin embargo, durante los primeros años costó mucho que se cerraran llegadas de entidades privadas y su suelo permaneció sin actividad a lo largo de un extenso periodo de tiempo. Ahora bien, la tendencia fue cambiando poco a poco y en los últimos ejercicios se han ido incorporando inversiones que han hecho ganar músculo a Miranda. Tanto, que en la actualidad los datos abiertos de la administración regional reflejan que tan solo queda disponible un 30% del suelo industrial en esta zona del municipio del norte de Burgos.

Las 260 parcelas que se crearon en el polígono mirandés cuentan con cerca de 1,3 millones de metros cuadrados para albergar empresas, aunque en torno a 80.000 metros están reservados para iniciativas comerciales.El resto del suelo, destinado a proyectos industriales, es el que ha ido sumando la inmensa mayoría de ventas y reservas durante los últimos tiempos. Sin ir más lejos, este mismo año la Junta de Castilla y León ha logrado dar salida a unos terrenos que ocupan casi 13.000 metros, donde la firma Movilex está construyendo ya su planta de reciclaje de aparatos electrónicos de vehículos.

A ese tipo de operaciones ya cerradas se suman otras tantas que aún están tramitándose. No son pocas, al menos en cuanto a la superficie que ocupan. Y es que en los documentos oficiales de la Junta se expone que hay algo más de 100.000 metros cuadrados pendientes de que se firme la venta para la llegada de una empresa nueva o, incluso, varias. Si bien es cierto que estos movimientos no tienen por qué materializarse de hoy para mañana, la actividad inmediata sobre el terreno para construir nuevas instalaciones está garantizada gracias a otras iniciativas.

Buen ejemplo de ello se encuentra con el caso de la firma logística con matriz en Países Bajos, Transportes Van Overveld. Esta compañía trabaja para ultimar los detalles de una nave en la que generará hasta treinta empleos, entre los que se incluyen tanto conductores de camiones como algunos profesionales para sus oficinas. En el listado de empresas que están ejecutando sus obras se halla también la inmo-logística Panattoni, con su macrocomplejo que ocupa una parcela de más de 280.000 metros cuadrados. El proyecto de esta empresa ha ido avanzando con un paso muy firme desde que arrancó su construcción y está previsto que la primera fase, en la que podrán entrar hasta cuatro inquilinos, termine de cara a este tercer trimestre del presente ejercicio.

Por el momento, Panattoni sigue ofertando las que serán sus amplias instalaciones a través de varias compañías que se encargan de la comercialización de inmuebles industriales. En particular, el precio por el que ofrece la primera nave al completo supera los 250.000 euros de alquiler mensual, aunque esta compañía también se ha mostrado abierta a que lleguen firmas logísticas más pequeñas que ocupen un solo módulo cada una y, por tanto, paguen de forma proporcional al espacio que utilicen. En este sentido, cada una de las cuatro naves que estarán listas a lo largo de este año tienen un valor asignado al mes que ronda los 60.000 euros.

200 millones. La llegada de empresas al polígono industrial de Ircio ha sido posible gracias a importantes desembolsos que han realizado estas entidades privadas. El caso de Panattoni supone un gran ejemplo de ello, dado que anunció que pretendía destinar más de 90 millones de euros a levantar sus instalaciones. Asimismo, Aldi rondó los 50 millones y, sumando el resto de casos entre los que se encuentran firmas como Aciturri o Seur, la oficina municipal de promoción económica, Miranda Empresas, estima que la inversión supera incluso los 200 millones.