Era cuestión de tiempo y al final se ha cumplido la previsión del Registro de la Propiedad que auguraba que la «intensificación» en el alza del Euribor llevaría a una «continuidad» en la tendencia descendente de la actividad hipotecaria. Agosto rompe la tendencia y, por primera vez en mucho tiempo, más de la mitad de las viviendas en Castilla y León se compró al contado. De las 2.267 compraventas de vivienda contabilizadas en la Comunidad en agosto, un total de 1.056 se realizó a través de una hipoteca y 1.211 se pagaron 'a tocateja', que suponen el 53,4%. La subida de tipos decidida por el Banco Central Europeo (BCE) en los últimos meses para controlar la inflación en la zona euro, hasta el punto de situar el crédito en el 4,5%, ha provocado una reducción de la actividad hipotecaria. No en vano, la compra de casas con un préstamo hipotecario había bajado, de forma continua, en lo que va de 2023.
La Estadística Registral Inmobiliaria, elaborada por el Colegio de Registradores y recogida por la Agencia Ical, ya mostró que en el segundo trimestre de 2023 se formalizaron 6.859 compraventas de viviendas en Castilla y León, de las que 3.911 fueron a través de una hipoteca, lo que suponía el 57% frente al 61,6% del conjunto de España. En el mismo periodo de 2022, las operaciones en la Comunidad fueron muy similares (6.905) pero, en cambio, las hipotecas superaron las 5.000 (5.008). Por lo tanto, los castellanos y leoneses pasaron de hipotecar el 72,5% de las compraventas de viviendas al 57%. Es decir, 15,5 puntos porcentuales menos en solo un año. Una caída que estaba 4,4 puntos por encima de la media y que era la cuarta mayor de las comunidades, solo superada por La Rioja (22,2 puntos), Extremadura (17,8) y Cataluña (17,2 puntos).
En julio pasado, el porcentaje de casas compradas al contado se situó en el 45 por ciento, dos puntos más que lo registrado en el periodo entre abril y junio. Y, ahora en agosto, el último dato disponible por los registradores de la propiedad se dispara hasta el 53,4%. Es decir, un aumento de casi 8,5 puntos en un solo mes. Castilla y León es una de las cuatro comunidades donde las viviendas compradas al contado en agosto estuvieron por encima de las hipotecadas, solo superado por la Comunidad Valenciana (65%), Cantabria (61%) y La Rioja (58,5%). Además, en los dos primeros casos, un porcentaje tan alto puede deberse a la compra de segundas residencias en lugares de costa o incluso por parte de extranjeros. A nivel nacional, se quedó en el 41,8%, cinco puntos más que un año antes.
Más de la mitad de casas ya se compran a 'tocateja' - Foto: FS ICALUnos datos que están relacionados con el alza de tipos en los dos últimos años. No en vano, los intereses estuvieron más de seis años por debajo del cero por ciento, hasta que en 2022, con la invasión rusa de Ucrania, empezó la senda alcista, hasta situarse en el 4,5%. Una cifra que, luego, se traduce en el Euríbor, que es el índice usado en España para calcular el interés de las hipotecas variables que en septiembre volvió a subir, hasta el 4,14%. Todo apunta que antes de final del año puede aumentar otro poco.
Cada vez menos créditos
El Colegio de Registradores subrayaba en el informe correspondiente al segundo trimestre que en la medida que el número de compraventas, «tal y como resulta previsible», se vaya reduciendo a lo largo de los próximos trimestres, junto a la «intensificación» en el alza de los tipos de interés, llevará a una «continuidad» en la tendencia descendente de la actividad hipotecaria. En el caso de Castilla y León, la evolución caminaba en esa línea ya que en el segundo trimestre de 2022 el porcentaje del número de hipotecas sobre el número de compraventas era del 72,5% y se desplomó al 60,4% en el tercer trimestre y al 61,3% al cierre del ejercicio pasado. Continuó a la baja entre enero y marzo de 2023, con el 60,4%, y volvió a caer en el último boletín disponible del Colegio, referente al segundo trimestre del año, hasta el 57%. En julio, se situó en el 55%, mientras que en julio bajó hasta el 46,5%.
¿Comprar sin hipoteca?
La pregunta clave es quién permitirse el lujo de pagar una vivienda al contado, sin tener que pasar por el banco para solicitar un crédito hipotecario con el que afrontar el gasto. Cerca de la mitad ya contaba con una residencia que puso a la venta y el dinero conseguido con la venta le permite financiar la nueva compra mientras que el resto contaba con ahorros o pide ayuda a la familia a la hora de afrontar un desembolso tan importante. No en vano, hablamos del mayor gasto que acomete una familia en la vida. También hay que mencionar que la vivienda sigue siendo un valor refugio para muchos ahorradores, que se animan a invertir en el ladrillo ante la baja remuneración de los depósitos y los riesgos en la bolsa.