Es definitivo, no habrá ‘arena’, pero sí multiusos. El alcalde, Javier Lacalle, tiene decidido abandonar la idea de construir un nuevo complejo que sustituya a la plaza de toros de El Plantío, y de hecho hoy comenzará a plantearse una modificación presupuestaria para que el dinero que está consignado como transferencia a las empresas que iban a erigir el complejo se vincule a una partida de inversiones en mejora de instalaciones deportivas.
Así que no se demolerá el coso. Y no habrá nueva dotación: ni privada, ni pública. Pero lo que sí se va a hacer es consolidar El Plantío, cubrirlo y acometer una serie de inversiones que le permitirán acoger diversos usos durante las próximas décadas. Para lograrlo, Lacalle ha pedido a la empresa que en 2010 elaboró el proyecto de rehabilitación integral (A2G) por encargo de Deportes y al estudio que diseñó el ‘arena’ para Fomento (EiC) que elaboren un proyecto refundido para saber exactamente qué se puede hacer y cuánto cuesta.
Los informes técnicos, el elevado coste de la operación a corto y largo plazo, los compromisos a los que obligaba al Ayuntamiento durante un cuarto de siglo y el rechazo político y social que generaba el proyecto del ‘arena’ privado han firmado su acta de defunción, pero el jefe del Ejecutivo local sabe, como así reconocen también en la oposición, que la plaza requiere una inversión que, en el menor de los casos, no sería inferior a tres millones de euros. Es en ese contexto en el que se han tomado las decisiones que se detallan a continuación.
Un nuevo viejo edificio
La estructura de la plaza no se demolerá. Seguirá siendo la actual pero recibirá una inyección cercana a los dos millones para garantizar su completa fiabilidad durante décadas. Nada de parches ni puntales. Los técnicos recomiendan, y así se hará, que el esqueleto del coso sea depurado, saneado y reforzado con la inyección de nuevos materiales para que goce de la consistencia que perdió hace años como consecuencia de la acción del agua y la intemperie.
Al acceder a la plaza no se asistirá a un museo de la viga. Las actuaciones previstas se integrarán en el diseño original para que su impacto visual sea mínimo, aunque teniendo presente que el objetivo último es el de ganar consistencia, no el de lucir palmito. La instalación eléctrica (que tuvo que ser anulada y suplantada por generadores en 2013 por el peligro que constituía) será completamente nueva, algo que también requiere de un capital importante.
En el exterior se plantean varias mejoras estéticas para eliminar la sensación de plaza remozada, trabajando en un diseño que unifica el complejo y que comulgue con otro de los elementos destacados de la reforma: la cubierta.
Cerramiento fijo
Existían dos posibilidades de cubierta para una instalación multiusos. Una es la de instalar un paño fijo y otra la de incorporar un diseño que permita la apertura completa. La primera, que es la elegida, tiene un coste que no llega a los dos millones, mientras que la que incorpora hojas retráctiles se aproximaba a cuatro millones.
Esta nueva estructura se considera ineludible desde el equipo de Gobierno, ya que es la que otorgará al edificio la condición de multiusos y, además, protegerá la inversión del dañino clima burgalés, que ha sido el principal causante de la ruina técnica del edificio. No se apoyará sobre la estructura de la plaza, sino que tendrá sus propios anclajes en el perímetro.
Dos anillos separados
Una vez afianzada la estructura y cubierta la plaza, el siguiente paso es dotarla de condiciones de pabellón. Esto va a requerir varias inversiones y alguna modificación sustancial. Por ejemplo, la que afecta al aforo. La capacidad actual de El Plantío se aproxima a las 12.000 localidades. Sin embargo, la fila inmediatamente posterior a los vomitorios más bajos se eliminará para crear un nuevo pasillo cuyo cometido es el de ejercer de línea divisoria del graderío.
El planteamiento para la mayor parte del año es el de un aforo de entre 5.000 y 6.000 localidades. Y esa será exactamente la capacidad del anillo bajo. En el nuevo pasillo creado se plantea un cerramiento con ‘cortinajes’ especiales que, además de eliminar la sensación de vacío, permitirán una climatización de la parte baja del que ya será un multiusos. De esta forma se dispondrá de un ‘pabellón’ para más de 5.000 espectadores, cubierto y climatizado. Y con asientos.
La creación del pasillo divisorio y la instalación de asientos reducirán el aforo en cerca de 2.000 localidades, dejándolo en una capacidad cercana a los 10.000 cuando así se requiera (para la Feria taurina, por ejemplo). Bajo el actual albero hay que construir una plancha de hormigón que permita sustentar la pista polideportiva, que estará instalada la mayor parte del año (todo, con la excepción de los Sampedros). Se ha previsto también la construcción de vestuarios.
Plazos y procedimiento
Tras el proceso de toma de decisiones y las reuniones mantenidas con A2G y EiC para analizar la posibilidad de sacar adelante el ‘proyecto refundido’ y hacerlo en plazos y en costes, la maquinaria administrativa ha comenzado a moverse para materializar la consolidación y reforma de la plaza.
Lo primero que se ha previsto es una modificación presupuestaria. Había dos millones consignados en el presupuesto vigente cuya finalidad era la de entregárselos a fondo perdido a las empresas que se hicieran cargo de levantar el frustrado multiusos. Dado que eso ya no sucederá, hay que ‘mover’ la partida para que pueda ser destinada a inversiones en mejora de instalaciones deportivas ya existentes. Eso pasará por el Pleno de la próxima semana.
La licitación de las obras está prevista para esta misma primavera, pero el inicio se pretende en verano, al término de la Feria de 2014, que se salvará, de nuevo, gracias a los ‘apaños’ que recomiende el equipo de la UBU que está analizando la degradación del coso en el último año (es el mismo equipo que en 2013 afirmó que únicamente se podría salvar la Feria de aquel año salvo que se acometiera una inversión millonaria que no se ha realizado).
El plazo no se ha cerrado, pero las conversaciones previas situarían en torno a los ocho meses el tiempo necesario para reabrir El Plantío mutado a espacio multiusos, garantizando así que habrá ciclo taurino tanto en el 14 como en el 15, año en el que se plantea la puesta en servicio.
Coste e inversión
Una de las cuestiones clave en toda la problemática que rodea a las instalaciones deportivas y recreativas de la ciudad (una plaza que se cae y un pabellón de saldo) es la relativa a las inversiones que requerían todas las soluciones planteadas hasta la fecha.
El ‘arena’ que defendió inicialmente el equipo de Gobierno, y que se pretendía sufragar con fondos públicos, superaba con claridad los 20 millones de euros. El que propuso la empresa privada, que era el mismo pero algo más limitado, costaba 18. Otra posible carta a jugar era consolidar la plaza (no menos de tres millones sólo para la estructura, según la UBU) y ampliar el pabellón (dos millones conforme al proyecto que financió CaixaBank en su momento). Total, no menos de cinco ‘kilos’.
Pues bien, ese es el importe que Lacalle les ha dicho a A2G y EiC que debe costar la reforma. Los estudios hablan de algo más para garantizar que todo lo planteado en estas líneas se pueda llevar a cabo con plenas garantías, así que la posibilidad más cierta es que las obras salgan a contratación pública por una cifra superior a esos cinco millones de euros con la intención de que la pugna por hacerse con la obra, que generará 70 empleos según las estimaciones iniciales, se aleje lo menos posible de esa cantidad.
El Ayuntamiento lo pagaría en dos anualidades (2014 y 2015) y lo haría con fondos propios. Dos de los cinco millones provendrán del fondo de cooperación local de la Junta (algo más de un millón al año), con lo que realmente la inversión propia de la ciudad se quedará en el entorno de los tres millones de euros. Si la planificación de Lacalle cuadra, ese dinero servirá para solucionar por décadas problemas enquistados desde finales del pasado siglo, cuando el famoso ‘informe Calavera’ ya apuntó a un deterioro irreversible de los materiales debido a los no pocos defectos de proyecto que arrastra El Plantío.