El Juzgado de lo Penal número 3 de Burgos ha dictado sentencia 'in voce' contra los 11 ultras del Burgos CF y de Osasuna por la pelea ocurrida en noviembre de 2022 con seguidores del grupo de hinchas de extrema derecha Ligallo antes de un encuentro entre los blanquinegros y el Real Zaragoza en El Plantío. Todos ellos se han conformado con 4 meses de cárcel y dos años sin poder acceder a un recinto deportivo de cualquier categoría.
Dicha sentencia llega tras un acuerdo entre las defensas de los hinchas radicales con la Fiscalía y el letrado de la Liga de Fútbol Profesional. Cabe recordar, tal y como adelantó este periódico, que el Ministerio Público llegó a pedir la pena de cinco años de prisión.
Los 11 acusados han reconocido los hechos por los que eran encausados. Así, se da por probado que el día 27 de noviembre de 2022, en los prolegómenos de un partido entre el Burgos CF y el Real Zaragoza, un grupo de medio centenar de personas, vestidas todas ellas de negro y encapuchadas, caminaron en formación desde la avenida Cantabria hacia el bar en el que se encontraban los aficionados contrarios, ubicado en Farmacéutico Obdulio Fernández.
Dentro de este grupo se integraban los 11 acusados. Cinco de ellos eran miembros del grupo de extrema izquierda, Resaca Castellana, los cuales eran socios del Burgos CF. Los otros seis, con los que compartían ideología radical, pertenecen a los llamados Indar Gorri, hinchada asociada al Club Atlético Osasuna de Pamplona y que, según las investigaciones, vinieron exclusivamente a la capital burgalesa a protagonizar los hechos que estaban a punto de producirse en las inmediaciones de El Plantío.
El grupo en el que se integraban los procesados accedió de forma sorpresiva a la plaza peatonal en la que se encontraban los Ligallo y comenzaron a agredirles "de forma simultánea e indistinta en verdadera masa de acoso violenta". A juicio del Ministerio Público en su escrito de acusación, les movía una "animadversión y rechazo a las ideas políticas" de la banda rival, y que son antagónicas a las suyas.
Fue entonces cuando intervinieron los efectivos de la Policía Nacional. El grupo de los acusados huyó del lugar, pero no los seguidores del Zaragoza, los cuales, a instancias de los agentes que actuaron, volvieron a meterse en el autobús y regresaron a su ciudad de origen.
Un total de 12 miembros de Ligallo presentaron heridas de diversa consideración, algunos de ellos incluso llegaron a sufrir brechas y heridas visibles en la cabeza y el cuerpo. Sin embargo, ninguno de ellos quisieron presentar denuncia por estos hechos. Cabe recordar que la Policía Nacional detuvo a un total de 64 personas en el marco de la investigación que dio paso a este proceso judicial, incluidos los aficionados maños. También hubo arrestados de otras provincias como Málaga o La Rioja, vinculados a bandas como Frente Bokerón o Viejo Fondo, si bien ninguno terminó siendo encausado.
Todos estos grupos están en el listado de colectivos violentos recogido por la comisión antiviolencia. Una vez se produjo la detención de los acusados, el Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos adoptó como medida cautelar la prohibición de acercarse y acceder a los estadios de fútbol de sus respectivos equipos, así como aquellos a los que se enfrentaran, durante las últimas dos temporadas.
El Ministerio Fiscal ha modificado la calificación de los hechos, pasando del artículo 557 al 558 del Código Penal sobre desórdenes públicos, concurriendo, además, la agravante de discriminación por motivos ideológicos.