El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Burgos, Miguel López de Abechuco, explicó ayer que empieza a normalizarse el suministro de fármacos imposibles de conseguir en los últimos meses, como fue el caso de la solución inyectable en plumas precargadas y comercializada con el nombre de Ozempic (dirigido a las personas con diabetes tipo 2, pero empleado para adelgazar) o del jarabe contra las naúseas y vómitos conocido como Primperan. El portavoz de los farmacéuticos explicó que de este último producto, hace semanas agotado en toda España, vuelven a disponer de unidades suficientes como para tener reservas, mientras que del medicamento indicado para el control glucémico llegan dosis, pero «con cuentagotas». Cada día, no obstante, hay problemas con «entre 50 y 60» medicamentos.
En sendos casos, no obstante, López de Abechuco explicó que había otros medicamentos alternativos -con los mismos principios activos- para garantizar los tratamientos de los pacientes. Quienes tenían prescrito el Ozempic en plumas precargadas, que no se venden sin receta, tuvieron que cambiar a pastillas porque Sacyl, directamente, eliminó del módulo de prescripciones la presentación agotada y recomendó a todos los facultativos de la sanidad pública que optaran por otras opciones. El problema de desabastecimiento del ya celebérrimo Ozempic inyectable parece estar terminándose, pero el portavoz de los farmacéuticos indicó que el laboratorio tampoco lo suministra en las cantidades demandadas. «Pedimos todos los días y te llega uno a la semana; pero antes te llegaba uno al mes», dijo, subrayando que, en todo caso, ahora, si se busca, sí se encuentra.
Otro tanto sucede con el Primperan en jarabe, muy habitual en tratamientos con quimioterapia y radioterapia, entre otros, y por lo tanto muy demandado. «Ahora también tenemos y yo, al menos, bastante», añadió.
Sin embargo, como ya ha indicado en otras ocasiones, el desabastecimiento de medicamentos no es ni va a ser algo puntual. «Tenemos siempre problemas, porque la producción se ha centralizado y cuando hay una rotura de stock en un país fabricante, repercute en todo el mundo», dijo, matizando que a esto hay que añadir «el encarecimiento de la materia prima» -que ahora mayoritariamente se produce en Asia- y otras dificultades añadidas en la comercialización como la guerra en Oriente Próximo. «Cada día hay 50 o 60 productos que pides y no llegan; la mayoría tienen alternativas, pero para nosotros es una locura», dijo.
En la web de la Agencia Española de Medicamentos se especifica cada día con qué preparados hay dificultades; un listado en el que, ahora, por ejemplo, se incluyen supositorios de paracetamol para niños (Apiretal); crema para el dolor muscular (Voltarén), varias presentaciones del antiepiléptico en pastillas cuyo principio activo es levetiracetam o del antibiótico Clamoxyl de 1 gramo. Para todos ellos hay sustitutos en el mercado y, aunque en algunos casos se espera que el suministro se reanude en días, en otros, como el Voltarén, se estima hasta enero del 2025.
Por esa razón, y también como ya ha hecho en otras ocasiones, recordó que «nosotros defendemos el autoabastecimiento. Tenemos una gran industria, pero falta materia prima. Habría que potenciar la fabricación, sobre todo en medicamentos esenciales».