La Copa España pondrá fin a su primera edición entre mañana y pasado con la celebración de la Final Four en el Coliseum de Burgos. El Silbö San Pablo, el Odilo Cartagena, el Real Betis y el Monbus Obradoiro son los cuatro candidatos a un título que no ofrecerá ninguna remuneración económica al campeón, pero que dará la ventaja de clasificarse como segundo para el play off de ascenso si queda entre los cinco primeros en Primera FEB.
La creación de este nuevo trofeo por parte de la Federación Española de Baloncesto (FEB) sustituye a la antigua Copa Princesa, que consistía en jugar una final entre el primer y segundo clasificado a la conclusión de la primera vuelta. La recompensa era la misma: clasificarse como segundo para el play off.
Sin embargo, la Copa España es un torneo más complejo e incluye la participación de 40 equipos de tres categorías diferentes. En total, los cuatro contendientes de la Final Four disputarán siete u ocho partidos, los cuartofinalista seis y el resto, cuatro. Eso incluye más gastos y más desgaste para las plantillas y de ahí que haya generado mucha polémica. El Ponferrada, por ejemplo, se quejó de que «económicamente era un desastre» para un equipo modesto de Segunda FEB y el Grupo Ureta Tizona lamentó que se viera condicionada la preparación con varios partidos en el mes de septiembre.
En líneas generales, la competición no ha despertado mucha simpatía entre los clubes, pero los que han conseguido abrirse camino hasta la Final Four del Coliseum no quieren renunciar al alegrón que siempre supone ganar un título ni a la recompensa deportiva. El campeón tendrá la ventaja de jugar el play off de ascenso como primera cabeza de serie siempre y cuando acabe la liga regular entre los cinco primeros. Además de mantener el 'factor cancha', eso le permitiría enfrentarse con el noveno clasificado, a priori, un rival menos peligroso.
Por ejemplo, el Movistar Estudiantes acabó la liga regular en tercera posición la temporada pasada, pero al haber ganado la Copa Princesa entró al play off como segundo por delante del San Pablo. Se enfrentó al Betis en vez de medirse al Real Valladolid y estuvo a punto de llevarse un susto, pero, en principio, es una ventaja.
En el caso de que el campeón ascienda directamente, el finalista no gozará del privilegio de pasar como segundo al play off. En otras palabras, si el San Pablo queda primero en liga, el trofeo solo servirá para ponerlo en las vitrinas del club al lado de las dos Champions y la Copa Intercontinental, y el beneficio deportivo no se trasladará al finalista.
De cara a la próxima edición, la FEB deberá pulir detalles a petición de algunos participantes de la Copa España porque, más allá de no tener beneficios económicos, ha condicionado la preparación de los clubes.
Como anfitrión, el San Pablo se quedará con un porcentaje del 'ticketing', aunque desde el club aseguran que será para cubrir gastos.