Los cuatro primeros robots sociales para el cuidado y el entretenimiento de las personas mayores llegarán en las próximas semanas a las residencias de Soria y Palencia para que sus usuarios prueben estos dispositivos mientras que la otra quincena se repartirá por los diferentes centros de la Comunidad en verano. Es uno de los proyectos más importantes de la Consejería de Familia, por un importe de cuatro millones de euros, financiados a través de los fondos europeos Next Generation que se enmarcan dentro de una inversión total de 11,2 millones en tres líneas de proyectos vinculados a la innovación tecnológica, que están en fase de prueba, con el objetivo de «mejorar» el cuidado de los mayores despendientes y que están desarrollados a partir de sus «propias experiencias». Se trata, entre otros, de robots sociales, asistentes de control y plataformas de telerehabilitación. Precisamente, estos robotos sociales incluídos en el proyecto 'Eiarob', tienen como objetivo promover la autonomía y la calidad de vida de las personas mayores y dependientes, a través de la inteligencia ambiental, que monitoriza y supervisa las actividades del usuario para establecer recomendaciones y alertas; las soluciones mecatrónicas para la atención y apoyo al desplazamiento en el hogar y un observatorio experimental de robótica para la vida independiente.
La consejera de Familia, Isabel Blanco, comprobó el funcionamiento de estos dispositivos en la sede de la Fundación Intras con una demostración de varios de sus usos. Los robots sociales son resultados de la colaboración de la Junta, Intras, Asprodes, Universidad de Valladolid y el centro tecnológico Cartif. «Apostamos por llevar la innovación y el uso de nuevas tecnologías a las personas mayores. Ayudarles en su día a día, realizar diferentes ejercicios sencillos que les faciliten permanecer en su casa o en las residencias».
El catedrático de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UVa, Eduardo Zalama, apuntó, según recogió la Agencia Ical, que los robots buscan detectar los patronos de comportamiento de las personas como comprobar si duermen bien, si hay deambulaciones nocturnas, si toman las medicinas o situaciones de riesgo como caídas o salidas intempestivas por la noche. «El robot es un sistema de vigilancia y atención, además de recomendación. El dispositivo provee información al usuario así como establecer diálogos, compañías, realizar teleconferencias, tiene juegos y elementos para vencer la soledad y ponerle en contacto con la comunidad. En definitiva, estimular física y cognitivamente». La consejera valoró el uso de este tipo de herramientas por que hay muchas personas mayores que tienen dificultad para relacionarse.
El conjunto de soluciones, productos y proyectos innovadores ha supuesto una inversión de 11,2 millones de euros. De momento, ya se han adquirido los productos mediante la compra pública innovadora (CPI) como los andadores inteligentes y los sistemas de ayuda para el uso del inodoro, que no están disponibles en el mercado. Son dispositivos, por valor de 5,4 millones, que promueven la autonomía y la calidad de vida.
El andador inteligente lleva incorporado un sistema de llamada para que el propio andador se acerque al usuario y no al revés. Es una de las funcionalidades de este prototipo cuyo máximo objetivo es una movilidad segura y autónoma. Cuenta con un sistema de frenado inteligente ante caídas y es capaz de mantener la distancia con el usuario de forma automática. El próximo año llegarán 400 unidades para iniciar el pilotaje en las residencias. Por otro lado, se presentó un sistema de ayuda del uso del inodoro para facilitar esta actividad elemental de la vida diaria y compleja para las personas con movilidad reducida.