El proceso de estabilización de personal interino que acaba de convocar la Consejería de Sanidad ha rematado a servicios del HUBU que ya quedaban tocados por el último concurso de traslados para personal estatutario de Sacyl, como es el caso de Urología del HUBU: de 13 especialistas que debería tener, según plantilla orgánica, se queda con nueve porque uno se marcha. Esta pérdida tendría importancia relativa si no fuera porque Urología ya arrastraba déficit de personal (estaba en menos tres médicos). Y ahora se quedará al 70%.
Ante esta situación, que el servicio califica de «muy mala», sin paliativo alguno, reclamarán que tres urólogos que tienen plaza en Burgos, pero que ejercen en otros hospitales de la Comunidad con comisiones de servicio, se incorporen a su puesto en la capital «al menos algún día de la semana». Si no se consigue incorporar a profesionales, advierten, no será posible mantener toda la actividad y, por tanto, controlar la lista de espera.
Hace un par de años que la Consejería de Sanidad afirmó que iba a denegar toda solicitud de comisión de servicio, sobre todo si se pedía desde hospitales que, como el HUBU, tienen problemas de personal. Es decir, se advirtió de que todo el que escogiera destino en Burgos -mediante oferta pública de empleo (OPE, la oposición para sacar plaza fija) o concurso de traslados- tendría que trabajar en la capital; que no se iba a autorizar que alguien con plaza en el complejo asistencial de Burgos ejerciera después en Valladolid o en Salamanca, donde sus plantillas están mucho más desahogadas. Sin embargo, la presión de los profesionales y el malestar que se generaba en los servicios en los que había especialistas trabajando a disgusto, provocó que, en muchos casos, se acabara concediendo la comisión de servicio. Y a eso hay que añadir las que se habían aprobado con anterioridad.
Así, Urología del HUBU constata ahora que entre el concurso de traslados y el proceso de estabilización pierde a un cuarto especialista y hay dudas acerca de si podría marcharse un quinto y quedarse con ocho. Eso, en un servicio con consultas y quirófano a diario (y con cirugías robóticas, que llevan más tiempo, todas las semanas) supone un problema grave; problema que tiene «difícil solución» porque, según corroboran fuentes oficiales, no hay urólogos. Y, por tanto, tampoco se les puede incorporar con algún contrato temporal. Por eso se ha llegado a la conclusión de que en este momento no hay más opciones que tratar de negociar con quienes están en comisión de servicio en otros centros sanitarios, pero cuya plaza está en el HUBU.
Urología se suma así a las especialidades de Burgos con situación crítica, que encabeza Anestesiología con un déficit casi constante de entre siete y ocho profesionales -al que hay que añadir la frustración de comprobar que algunos se marchan con contrato a otros hospitales de la Comunidad con plantillas completas- pero que afecta a casi todo el complejo. Y, de hecho, en este momento es el principal problema del hospital.
Fuentes de Urología destacan que son conscientes de que la dirección del HUBU entiende la situación y los apoya, pero que llegados a este punto no hay más opciones que recurrir a las comisiones de servicio. «Hay que entender que Valladolid y Salamanca son fábricas de médicos y que, aunque vengan a formarse aquí con el MIR, luego se marchan. Y por eso allí no faltan especialistas. Pero en León y en Burgos tenemos un problema enorme», concluye.