Un pueblo requiere de diferentes servicios para seguir vivo. Desde médico a escuela pasando por un cajero para sacar dinero, iglesia o una tienda. A pesar de que de estos solo se benefician los vecinos de las localidades más grandes, incluso las pedanías ofrecen un espacio de reunión y ocio en el que las horas del día se llevan de otra manera: el bar. En el caso de la cantina y estanco de Monasterio de Rodilla, que hasta hace un tiempo ocupaba un edificio anexo a la carretera nacional y como consecuencia de mal estado ahora funciona en un local de las antiguas escuelas, el Ayuntamiento apuesta por mejorar integralmente las instalaciones y pretende invertir 430.000 euros en derribar y construir un inmueble nuevo totalmente adaptado a la normativa que prescindirá de la vivienda municipal de la segunda planta existente.
Como en muchas otras zonas del mundo rural, el alquiler del bar incluía un apartamento en el que normalmente se instalaba la persona o familia encargada de la gestión del negocio, aunque la nueva propuesta no lo contempla, por lo que la localidad burebana contará a partir del inicio de ejecución de los trabajos con tres viviendas municipales. La necesidad de renovación y acondicionamiento del local y su entorno, así como la urbanización viene motivada por la falta de seguridad, salubridad, ornato y habitabilidad que presenta en la actualidad. Al tratarse de un lugar de reunión y esparcimiento tanto de los habitantes como de los ciudadanos que visitan la localidad pretenden ofrecer un espacio mejorado como forma de impulsar el turismo y dinamizar la economía, dado que su privilegiada ubicación proporciona también un servicio a los usuarios de la vía N-I, y por ende ingresos al resto de establecimientos. La superficie a construir ocupará 174,75 metros cuadrados (38,90 de porche, computable el 50%, y 135,85 de planta baja).
Algunos vecinos consideran «fundamental» disponer de un local que garantice un servicio de desayunos y almuerzos, ya que ello «atraerá a una mayor clientela no solo a la cantina, sino al resto de comercios y alienta la instalación de nuevos negocios». Otros no consideran necesaria tal inversión teniendo en cuenta que «ya hay un espacio en la misma zona que funciona como bar». Respecto a la pérdida de un piso con la demolición del edificio, desde el Consistorio no aportan información a pesar de que la decisión no ha calado del todo bien entre un grupo de personas. No obstante, Monasterio cuenta a disposición de aquellos que más lo necesiten tres viviendas para arrendar, una de ellas ya ocupada.
El plazo de presentación de las ofertas para la ejecución de las obras, que previsiblemente durarán nueve meses a contar desde el acta de comprobación del replanteo, finaliza el seis de noviembre a las 20 horas, y la adjudicación del contrato se realizará por el procedimiento abierto simplificado utilizando una pluralidad de criterios en base a la mejor relación calidad-precio de conformidad con lo establecido en el pliego. Simultáneamente, el contrato de servicios para la asistencia técnica en la dirección de las actuaciones, ejecución y coordinación de seguridad, cuyo presupuesto base asciende a 12.100 euros, también se encuentra en periodo de licitación.