Tuvo bastante trabajo la Policía Nacional ayer tanto en la previa como durante el partido entre el Burgos CF y el Racing de Santander. La llegada de cientos de aficionados cántabros a la capital burgalesa obligó a la Comisaría a montar un operativo especial -el encuentro había sido declarado de alto riesgo- con agentes que tuvieron que emplearse a fondo para mantener el orden tanto fuera como dentro del estadio. De hecho, dos seguidores santanderinos acabaron siendo detenidos por atentado a la autoridad y en las próximas horas pasarán a disposición judicial.

El primero de los arrestos tuvo lugar antes del encuentro en las inmediaciones de El Plantío. Una patrulla trató de identificar a un hincha racinguista, pero este se negó y se resistió gravemente a los funcionarios policiales. Posteriormente, a mitad del partido, más o menos, varios agentes se dirigieron al Fondo Norte para exigir la documentación a un aficionado cántabro que estaba molestando a quienes se hallaban alrededor. También se opuso a identificarse y fue detenido por ello.

Asimismo, la Policía expulsó en la tarde de ayer a un total de 10 hinchas del Racing por altercados en las gradas durante el encuentro, que acabó con agónica victoria blanquinegra (2-1) gracias al gol de penalti de Curro Sánchez en el minuto 99.

Pese a estas incidencias, reinó el buen ambiente entre aficiones en el centro de la ciudad y en las inmediaciones de El Plantío antes del encuentro. Además, cientos de hinchas blanquinegros brindaron un gran recibimiento al Burgos CF en su llegada al estadio, algo que agradecieron tanto los jugadores como el propio técnico Jon Pérez 'Bolo' al final de un encuentro trepidante.