Los vecinos del número 45 de la calle Santa Clara descansan, desde ayer, más tranquilos. La Policía Nacional coordinó ayer el desalojo y posterior tapiado de 14 viviendas que se encontraban okupadas desde hacía más de cuatro años. En este tiempo, han denunciado ruidos, suciedad, enganches ilegales al fluido eléctrico comunitario, amenazas y hostigamientos de los moradores e incluso pases de droga. El lanzamiento, ordenado previamente por un juzgado, se produjo sin altercados.
El operativo comenzó a primera hora de la mañana. Varias dotaciones de la Policía Nacional acudieron al lugar para comunicar a los okupas que, por orden de un juzgado, debían abandonar las 14 viviendas en las que residían ilegalmente. En total, el edificio cuenta con 32. El proceso de desalojo, que les llevó varias horas, se produjo con total normalidad y sin que ninguno de los moradores pusiese impedimento. Finalmente, unos operarios tapiaron todos estos inmuebles para que no puedan volver entrar.
Algunos de los vecinos de este edificio, y también de los aledaños, manifestaron su alivio por este lanzamiento. Y es que en los últimos cuatro años han vivido muchas situaciones desagradables (...).
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