De aquella labor emulando a los artistas del Museo del Prado a Manuel López Herrera (Madrid, 1946) le ha quedado la inclusión de algunos grandes cuadros clásicos en sus obras, del barroco al arte pop. Y de su disfrute por el dibujo, la combinación de estos dentro de piezas de gran formato en las que juega a pintar la realidad tocándola de puntillas o poniéndola patas arriba. López Herrera compone su obra jugando con los objetos, los dobles sentidos, los personajes caricaturizados (con el pelo como un nido de pájaros y caras estilizadas), las escenas inesperadas y una mágica concepción del mundo (o al menos del que retrata en sus cuadros). "Pinto lo que ocurre y lo que se me ocurre", ha dicho esta mañana el pintor en la presentación de la muestra '¿Evolución?' que inaugura esta tarde en la sala Pedro Torrecilla, de la Fundación Círculo.
Con una imaginación irónica y divertida, López Herrera pinta "muy en serio" composiciones que combinan el cómic con los fondos clásicos, el grafito con el óleo, escenas que parecen ilustraciones con tablas cargadas de cordura, el blanco y negro con el estallido de color. El pintor enseña y sugiere con maestría y sobre todo sorprende por llevar la calidad a una pintura que entretiene, además de dejar al espectador con la boca abierta.
En la exposición ha colgado 34 cuadros y 9 esculturas de pájaros, los mismos que luego encuentran entre sus obras pictóricas y que expone por primera vez. Su obra se puede visitar hasta el 16 de junio con dos actividades complementarias: una intervención el sábado de experimentación sonora con Javier Benito y Mayte Santamaría (19:30 horas) y con un concierto de Oihan, el proyecto personal de Guillermo Aragón, batería de Arizona Baby, el jueves 6 de junio a la misma hora.