Él se dedicó a sí mismo 10 goles en dos partidos (5-0 al Betis y 5-0 al Amberes) y se instaló donde no le correspondía: un lugar donde todo era sencillo y espectacular, y el fútbol brotaba de todos lados, y los Joaos eran unos fenómenos… Pero empezaron a aparecer las lesiones. Y el Barça ha entrado en una depresión de caballo porque es incapaz de encontrarse a sí mismo. Se echa de menos, como el novio descorazonado porque su felicidad dependía enteramente de otra persona. Es posible que el bloque culé se 'cure' con una goleada en uno de esos días en los que sale todo, en los que Frenkie y Pedri flotan sobre el campo. Sin embargo, dudar se ha convertido en un mal vicio: ha rescatado 15  puntos en los últimos 15 minutos de sus partidos, lo cual habla bien (hay 'alma' detrás de un equipo deprimido) y mal al mismo tiempo: raro es el encuentro en que no va por detrás en el marcador. 

Líderes

En esos instantes de aparente zozobra aparecen los líderes. Y mientras al Barça se le 'caen' (la lesión de Gavi es muy dura) al Madrid le 'nacen'. Rodrygo Goes fue un bulto sospechoso en el arranque del curso. Bellingham tenía que salvar los muebles porque los atacantes no lo hacían. Pero el brasileño se ha reactivado de forma espectacular: ha participado en los últimos nueve goles de su plantel (en apenas tres partidos). ¿Cuántos lesionados le hacen falta al conjunto blanco para entrar en una de esas habituales depresiones del rival? Los merengues ganan más, sostiene la historia, porque le dan menos vueltas a las cosas. 

Koke

El capitán alcanzó los 600 partidos con el Atlético de Madrid. Koke organiza el juego y filtra el pase de quien sale en la portada al día siguiente: sus estadísticas le avalan como uno de los mejores futbolistas en la historia del Atlético. Este curso, Antoine Griezmann está en el foco, pero en los túnes de construcción sigue pilotando el 'capi'. Y eso es perfecto en el plan de Simeone.