Desde su inauguración en 2016 las quejas de los vecinos sobre el estado del entorno de San Isidro han sido constantes, especialmente por el crecimiento descontrolado de la maleza. El Ayuntamiento realiza el mantenimiento del parque, pero no va más allá. La razón es que las parcelas de alrededor son de titularidad privada y no se puede actuar sin el permiso de los dueños. 

Por ello, desde la Concejalía de Medio Ambiente se pedirá a la de Licencias que haga un requerimiento a los propietarios para que procedan a la limpieza. «Entendemos las quejas de los vecinos, pero el Ayuntamiento no puede limpiar ni segar parcelas que no son suyas. Tanto en el parque como en el suelo que es municipal sí actuamos», indicó el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño. 

La empresa encargada de la conservación de los parques y jardines también siega la hierba de las parcelas privadas que están invadiendo la acera. «Actuamos en unos metros para que se pueda andar por las aceras. Sobre el resto no podemos hacer nada ni con el contrato de parques ni jardines ni con el que tenemos para limpiar las parcelas municipales. Desde Medio Ambiente solo nos queda instar al área de Licencias a que envíe un requerimiento a los propietarios para que actúen», insistió.

El parque de San Isidro se inauguró en 2016 y en teoría estaba llamado a ser el pulmón verde de la zona pero no ha terminado de cuajar. Primero, la hierba que se sembró creció de forma irregular y se tuvo que resembrar, luego hubo problemas con los toboganes o la pista de skate y también con el vandalismo. Los primeros años adolecía de sombras, algo que se ha ido solventando con el paso del tiempo, pero sigue teniendo un aspecto descuidado. A los vecinos no les convence el estado de conservación del parque, dado que sus características y dimensiones requerirían un cuidado más intensivo. 

Tampoco ayuda el estado en el que se encuentran los alrededores de las calles Santa Ana o Alba de Tormes, dado que están sin urbanizar y se utilizan como aparcamiento para el barrio y cuando llueve la zona se convierte en un barrizal. De este modo, tanto desde la Asociación de Vecinos Nuestro Barrio como desde la Junta del Distrito Sur se ha reclamado al Ayuntamiento una solución ante la mala imagen de la zona.