Las reuniones de los consejos rectores de los consorcios de la Variante Ferroviaria y de Villalonquéjar han abordado esta mañana el debate sobre la disolución de los entes y la principal conclusión a la que se ha llegado es que el proceso que se inicia exigirá un primer acuerdo para comenzar este camino por parte del Pleno, la apertura de un expediente, de la realización de varios informes técnicos (casi con toda seguridad de las áreas de Patrimonio y Hacienda del Ayuntamiento y muy probablemente también de Urbanismo), la aprobación de la extinción por parte de varias comisiones y un acuerdo plenario tras el que el asunto llegará de nuevo a los consorcios para proceder luego a los cambios en las escrituras de los activos.

Esta hoja de ruta que se marca es la que exigió el PSOE, que defendía que en el procedimiento se tenían que dar estos pasos. Precisamente aspectos de forma han sido los que han provocado que los socialistas hayan votado en contra de tomar un acuerdo de disolución ya que, pese a compartir que los consorcios deben extinguirse y hacerlo de mutuo acuerdo entre el Ayuntamiento y la Fundación Caja de Burgos, han entendido que desde el punto de vista jurídico los entes no podían por sí solos adoptar acuerdo alguno de disolución ya que deben ser las entidades consorciadas las que, con plena autonomía, lo hagan.