El Ayuntamiento de Miranda hace años que pelea para evitar la imagen del polígono de Las Californias lleno de basura. Para ello, en 2019 prohibió a los transportistas aparcar y el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, detalla que la limitación continúa vigente, pero admite que no hay multas por estacionar camiones en este punto de la ciudad. Sin embargo, la práctica se mantiene y los restos de plástico, papel y otros desperdicios resultan habituales a los pies de la calle Riberas del Ebro, donde se concentra el problema. La concejala de Medioambiente, María Cueva, también actúa para eliminar la estampa y aclara que «a finales de año colocamos más contenedores, por los que se pasa dos veces por semana».
La responsable municipal admite que existe un problema y que al Ayuntamiento han llegado quejas de negocios de la zona por la suciedad. Por eso, distribuyeron más puntos de recogida y Cueva añade que «solemos hacer una batida de limpieza cuando vemos que hace falta, como una medida complementaria». La edil repara en que este refuerzo supone un coste económico, pero además matiza que hay puntos a los que no acceden, «como las parcelas privadas, a las que podemos hacer requerimientos para que lo hagan ellos», completa la concejala.
El problema en Las Californias afecta sobre todo a los supermercados ubicados en este punto de la ciudad y también al barrio de Las Matillas, el más próximo a la zona. Su presidenta, Verónica Fernández de Aranguiz reconoce que la imagen no cambia con el paso de los años. «La verdad es que está muy mal», lamenta la vecina, quien confirma que «pasan de vez en cuando para limpiar y también han puesto contenedores».
En Las Matillas hablan sobre la diferencia con otros polígonos, que no soportan este problema al menos con la misma trascendencia, y «si esta es una zona más de paso para los camioneros igual habría que habilitar algo, porque si tú lo ves limpio pues lo cuidas más», reflexiona Fernández de Aranguiz. Más allá de los transportistas, los residentes evidencian que el problema no solo reside en este sector, sino en personas que acuden a este punto para tirar muebles o escombros. La presidente también lo ha visto y Nekane Barreiro apunta que «la zona siempre ha parecido un vertedero de muebles, colchones, escombros o electrodomésticos», pero afirma que «es más fácil culpar a los camioneros».