Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


PAS

10/05/2024

Hasta hace muy poco no tenía ni idea de lo que significaba esta expresión, es más, la primera vez que lo escuché pensé que sería un nuevo género, pero no, se trata de una expresión que define a las 'Personas Altamente Sensibles', que son aquellas que experimentan el mundo de una manera más profunda e intensa que el resto. Y hete aquí, que yo, que nunca me he considerado muy sensible, me he planteado que tal vez pueda incluirme. 

Lo cierto es que si soy PAS puedo entender y justificar que haya llegado un momento en mi vida en el que me cuesta un montón conocer y tratar a otras personas, parece que he agotado mi pila de socializar, y ya no me quedan ni fuerzas ni ganas, dándome una pereza enorme. Si no fuera PAS a esto lo llamaría puro egoísmo, pero la amiga que me ha descubierto esta nueva opción no me deja y me insiste en que simplemente soy PAS. Me he resignado y me he puesto a mirar con detenimiento los requisitos y, la verdad, creo que tampoco llego a cumplirlos, me pasa como a la hora de pedir subvenciones, siempre hay un punto que no cumplo y me quedo fuera.

La verdad es que el primer requisito es ser empática, y creo que lo tengo, ya me gustaría no serlo, porque con el tiempo resulta agotador. También es cierto que estoy cada vez más sensible ante ruidos, olores, luz… y todo lo que tenga que ver con los sentidos, aunque esto yo lo achaco más bien a la edad que me ha alcanzado sin yo darme cuenta y, de repente, me he encontrado dentro de un cuerpo de cincuenta y tantos años, totalmente desconocido para mí.

Esto, cuando eres una mujer, es tanto como decir que he vuelto a los síntomas de la pubertad, con las hormonas todo el día revolucionadas, y el cuerpo como en la adolescencia, creciendo en algunos sitios y menguando en otros, algo rarísimo.

Nadie nos avisa, ni nos cuenta esta realidad, y es más, nadie quiere hablar de ello, todo muy extraño, así que creo que lejos de ser PAS, finalmente lo que tengo es una menopausia galopante. Sí, esa palabra incómoda con la que todo el mundo hace como un mohín y pasa a otro asunto. Yo, gracias a mi amiga, he encontrado la solución. Ahora soy PAS, y con eso, todo el mundo tiene que comprender mi nuevo estado de locura adolescente en la cincuentena.

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