El albergue de peregrinos de Briviesca abrirá sus puertas en el inicio del próximo verano y el Ayuntamiento busca asociaciones para su gestión. Tras años de parón, ha sacado a licitación la obra de rehabilitación del edificio por un importe de 105.657,93 euros. Las empresas interesadas en presentar sus ofertas tienen de plazo hasta el 2 de enero. Una vez que se produzca la adjudicación, comenzará la reforma, previsiblemente en el primer trimestre del próximo año.
El alcalde de la capital burebana, Álvaro Morales, considera que una organización sin ánimo de lucro resulta la mejor opción para llevarlo ya que el Consistorio no tiene capacidad para «contratar más personal» exclusivamente para atender a los caminantes que llegan a la ciudad. Las labores de restauración llevan paradas más de 5 años y el equipo de gobierno de la anterior legislatura, liderado por Marcos Peña (Asamblea Briviesca), añadió una partida de 120.000 euros a los presupuestos de este año destinada al proyecto.
El estado actual que presenta el inmueble se corresponde con el de un edificio en el que se ha actuado parcialmente, con obras ya ejecutadas de demoliciones, estructura de cubierta y cubierta, forjados, tabiquería interior y parte de instalaciones de fontanería, calefacción y electricidad. Las actuaciones que requiere de cara a su puesta en servicio consisten en tomar mediciones de algunos espacios para completar las instalaciones que en su día quedaron a medias’, la pintura y amueblarlo.
El antiguo proyecto ha sufrido alguna modificación y en total habrá disponibilidad para 16 personas repartidas en tres estancias, dos en la parte superior, en dormitorios con 6 y 8 camas, y dos con movilidad reducida en la parte inferior. En un principio se pretendía dedicar esa zona a una sala de usos múltiples, pero el equipo de gobierno considera «más útil» destinarla a un salón común, baños y dos camas, dentro de un espacio habilitado para personas con discapacidad.
Asimismo, la escalera exterior que une las dos plantas, se eliminará y se ubicará otra dentro del albergue. La puesta en servicio de esta infraestructura, destinada a potenciar la llegada de peregrinos del Camino de Santiago-Vía de Bayona y que cruza la comarca burebana, se fijó para 2015, aunque finalmente quedó en suspenso.
La ejecución de la primera fase de la obra corrió a cargo de un grupo de trabajadores contratados a través del programa dual de formación y empleo del Servicio Público de Empleo de Castilla y León en el 2014