El próximo 3 de abril la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, visitará el proyecto Bebé Miradas, de Autismo Burgos, un programa de diagnóstico precoz de esta condición del neurodesarrollo que arrancó en 2017. En todo este tiempo no solo ha atendido a 475 bebés de la provincia sino que tras exportarse a Segovia, Huesca, Valencia, Albacete, Badajoz, Sevilla, Granada, Murcia y Ceuta, 982 más se han beneficiado en el resto del país. Se trata de una iniciativa con la que, al adelantarse la detección, se interviene antes con los niños y mejoran su aprendizaje y, en general, su calidad de vida y la de toda la familia. Dependiente de la Fundación Miradas, creada también por Autismo Burgos, su creación fue fruto del espacio y la importancia que esta entidad siempre le ha dado a la investigación.
Y es que los profesionales de Autismo Burgos conocían que el eye tracking o movimiento de ojos que da nombre al programa se estaba utilizando en Estados Unidos para la detección precoz del trastorno. Fue el psicólogo Ami Klin, director del Marcus Autism Center y jefe del área de autismo y discapacidades del desarrollo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta (Estados Unidos), quien planteó que el seguimiento de los ojos, una técnica que se utiliza mucho en marketing, se podía utilizar en el TEA. La psicóloga María Merino, directora técnica del Bebé Miradas, se trasladó a Atlanta a conocer a Klin y a su equipo y con toda la formación e información que obtuvo, la asociación puso sobre la mesa la posibilidad de llevar a cabo el programa, que desde el principio contó con el apoyo del Ayuntamiento, gracias a la implicación de la concejala ya fallecida, Ana Lopidana, que fue el contacto de la entidad con el Ministerio de Sanidad, que también la respaldó.
El trabajo implica también a pediatras tanto de Primaria como del HUBU
En el trabajo que se hace con los bebés están implicados, además de los profesionales de Autismo Burgos, los pediatras de Atención Primaria y los neuropediatras del Hospital Universitario de Burgos (HUBU). Bebé Miradas incluye niñas y niños entre los 4 y los 36 meses de edad, derivados de los servicios de pediatría porque se haya observado en ellos signos de alerta o que presenten mayor riesgo a juicio clínico por tener familiares con diagnóstico de trastorno del espectro del autismo (TEA).
Además de utilizar técnicas de seguimiento visual y análisis de la atención social (el eye tracking o movimientos de ojos), los bebés son sometidos a pruebas psicométricas tradicionales, que son completadas por los padres y los profesionales y a una observación durante el juego libre.
Aunque solo lleva siete años en marcha, ya se ha apreciado en los niños cambios claros en el aprendizaje cognitivo y social con respecto a niños diagnosticados más tarde. En el conjunto del país, de los 982 bebés han pasado por el programa, en 259 se ha detectado TEA antes de los 36 meses y 274 han pasado por el programa de intervención. En el caso de Burgos, 457 han pasado o están en programa, 137 han sido diagnosticados y 173 atendidos en intervención.